Llueve sobre mojado


El fútbol se está mostrando esta temporada cicatero con el Celta, que ha visto más a menudo de la cuenta cómo se evaporaban, con el tiempo casi cumplido, partidos que parecía tener más o menos encarrilados. La derrota encajada frente al Betis no fue más que el último episodio de un curso en el que han volado ya cinco puntos.

El Celta ha perdido cinco puntos en los últimos diez minutos en cuatro compromisos de Liga que parecía tener controlados. El último golpe lo recibió el conjunto de Herrera el pasado lunes, frente al Betis, con un gol de Jorge Molina a diez minutos del final. El artillero verdiblanco restaba un punto al Celta en un partido con aspecto de empate sin goles que el Betis resolvía a su favor en la única ocasión clara de gol que disponía.

Llovía sobre mojado. Apenas cinco días antes, en la Copa del Rey, Cristiano Ronaldo nivelaba una eliminatoria claramente favorable al Celta, que ganaba por 2-0 con un juego primoroso, con un gol a cuatro minutos del final del partido. El tanto del portugués devolvía el papel del favorito al Real Madrid para el segundo asalto de la eliminatoria, que se jugará el próximo 9 de enero en el Santiago Bernabéu.

Y es que últimamente Balaídos parece haberse acostumbrado a ver cómo los rivales del Celta remontan partidos que el equipo vigués parece tener perfectamente encarrilados. Sucedió no hace mucho con el Levante, un equipo de probaba eficiencia y oficio, que también rebañó dos puntos al Celta en los últimos instantes del partido. Los celestes se habían adelantado en el marcador rebasada la media hora de partido con una gol de Quique de Lucas en una contra fulgurante y mandaban con autoridad en el choque, hasta el punto de que el Levante apenas les había inquietado. Los tres puntos parecían en el saco cuando Roger aprovechó una jugada de estrategia para establecer el empate a dos minutos del tiempo reglamentado.

Lejos de Balaídos, el Celta también ha visto escaparse puntos en el tramo final del partido. Sucedió en Vallecas, aunque en este caso en un partido evidentemente condicionado por la expulsión por doble tarjeta amarilla de Gustavo Cabral en el minuto 39. Con diez hombres sobre el césped, el cuadro celeste se atrincheró en torno a Javi Varas y el Rayo comenzó a creer en la remontada hacia la hora de partido, cuando Leo Batistao recortó distancias y convirtió el choque en un ejercicio de supervivencia contra el crono. Tito a 19 minutos del final y Piti, en el minuto 83, sentenciaron a los célticos.

Finalmente, el Celta vio también volar un punto de Balaídos en la primera jornada de Liga, contra el poderoso Málaga. Tras dilapidar una decena de opciones claras de gol, los celestes acabaron perdiendo el choque con un gol de Fabrice, un debutante en la categoría de 17 años, a seis minutos del final.

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