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DIEGO PÉREZ |
Las buenas sensaciones no dan puntos, y son estos los que marcan la diferencia entre la permanencia y el abismo de Segunda. Quizás por eso la derrota ante el Betis ha sido para el Celta un mazazo doloroso. El equipo de Paco Herrera encajó su novena derrota de la temporada, y la segunda en Balaídos. El gol de Molina en los últimos minutos privó a los celestes de tres puntos que les habrían insuflado aire en la clasificación en un momento clave.
Tras dieciséis jornadas, la Liga se está rompiendo en la zona baja y el Celta se ha quedado en la orilla peligrosa. La distancia con el Zaragoza y el Sevilla es ya de cuatro puntos, y de la décimo quinta posición que ocupan los celestes hasta el farolillo rojo que señala al Deportivo solo hay un triunfo de distancia. Y este viernes los de Herrera visitan el Calderón. «Ya se están sacando un poco las diferencias, se está rompiendo la Liga, pero todavía falta mucho y nunca se sabe cómo va a terminar todo. Todavía no finalizamos la primera vuelta», reflexiona el central Gustavo Cabral al respecto.
Desde el arranque del campeonato el gusto por el fútbol combinativo del Celta ha generado buenas sensaciones alrededor del equipo, aunque estas no siempre se han traducido en puntos. Hasta el pasado lunes, solo el Málaga se había llevado la victoria del Municipal de Balaídos, donde el equipo celeste ha pasado de encadenar victorias sobre Osasuna, Getafe y Sevilla, a empatar con Deportivo, Mallorca y Levante, antes de caer antes los béticos. El fortín de Balaídos lo es menos desde hace dos meses, y como visitante el equipo de Herrera unicamente ha mojado en Zaragoza. La última victoria del equipo en casa en Liga se remonta al 5 de octubre. Demasiado tiempo.
El Celta no ha hecho sus deberes todo lo bien que pretendía, pero hasta ahora a nivel clasificatorio el bajo ritmo de puntuación con el que marchan los equipos de abajo han acolchado la clasificación de manera que los tropezones no han resultado definitivos a nivel de puestos.
Tomando como referencia las últimas seis jornadas de Liga, de los 18 puntos puestos en juego el Celta solo ha sumado cinco -la victoria en Zaragoza y los empates ante Mallorca y Levante-. En el mismo período el Osasuna ha añadido nueve a su cuenta, el Granada cinco, el Mallorca dos empates, el Espanyol seis puntos y el Deportivo otros cinco. Un bagaje muy pobre para seis equipos que comienzan a significarse en la zona baja mientras Zaragoza, Sevilla o Athletic se distancian de la zona de peligro. El Celta tiene una ventaja de tres puntos respecto al descenso, pero el crédito se acaba. «Tenemos esa distancia con el descenso, aunque es cierto que a partir de nosotros se está rompiendo la Liga hacia arriba. Quedan tres partidos para el final de la primera vuelta y creo que podemos estar en números de salvación. Estoy seguro de que en la segunda vuelta va a ser mucho mejor que en la primera», considera Javi Varas.
Al Celta ya no le vale solo el fútbol. Cada vez tiene más urgencia de premio. Y es que de nueve últimos partidos, solo uno ha dado tres puntos al equipo; cinco puntos de los últimos 21.
Lorena García Calvo / La Voz de Galicia
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