Donde Iago comenzó a ser leyenda


EFE
El de Iago Aspas Juncal es ya un nombre con mucho peso en el fútbol español. Su gran inicio de temporada lo ha convertido en el jugador revelación de Primera e incluso Del Bosque piensa en él para la selección. Pero Aspas lleva demostrando su clase mucho tiempo y hace casi tres años, el 21 de enero de 2010, comenzó a ser blanco de las miradas del fútbol patrio. Y lo hizo en el escenario al que volverá mañana. Fue la última visita celeste al Manzanares.

Aquel 21 de enero, el Celta, que por aquel entonces peleaba por no descender a Segunda B, se plantó en el Vicente Calderón con la intención de dar un susto al Atlético de Madrid en los cuartos de final de la Copa del Rey. Y lo consiguió. Los pupilos de Eusebio Sacristán completaron un magistral partido y lograron un esperanzador 1-1. Todo quedaba pendiente para la vuelta.

El héroe de aquel partido fue Roberto Trashorras porque marcó el único gol celeste, pero el jugador que se llevó más elogios fue Iago Aspas. Fuera de Galicia, casi nadie lo conocía e incluso su temporada en Liga no estaba siendo especialmente brillante. De aquella, Iago era todavía un futbolista irregular. Encadenaba encuentros mediocres con grandes actuaciones. Por fortuna para el Celta, esa noche de jueves era su noche.

Sólo tuvieron que transcurrir tres minutos para que el público que se dio cita en el Calderón se rindiese a los pies de Aspas. El moañés recibió el balón en la zona de tres cuartos y se inventó un pase de tacón con el que dejó a tres futbolistas celestes solos ante De Gea. Trashorras no falló.

Aquella noche, el Celta presentó un dibujo extraño plagado de jugadores poco habituales. Y a Aspas le tocó desempeñar una función que ahora ya conoce bien y a la que por entonces no estaba demasiado habituado: la de delantero centro.

Volvió locos a los centrales del Atlético con su movilidad. El único pero es que todavía no tenía la pegada con la que ahora cuenta,aún no era un goleador, y falló dos claras ocasiones en la segunda mitad. No obstante, su actuación fue sobresaliente.

En total, son seis los futbolistas que siguen en el Celta de los que jugaron aquel encuentro (el propio Aspas, Túñez, Lago, Vila, Bustos y Abalo). En el Atlético de Madrid, por contra, sólo continúan dos: Tiago y Raúl García.

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