Nunca caminarás solo


RAYO HERALD
Si algo hemos ganado en estos últimos años es fidelidad con el equipo por parte de la afición. A pesar de que los resultados fuera de casa no acompañan, los que siempre están ahí son los seguidores celestes, dispuestos a animar sin parar y poner su granito de arena para que el equipo logre sus objetivos. Los jugadores lo agradecen, aunque lo escenifiquen en mayor o menor medida, pero siempre es bueno sentir el aliento de los tuyos. 

Ayer, otra vez, se volvió a oír por momentos a la hinchada celeste a través de la televisión. Y eso que no lo tenían nada fácil porque enfrente tenían ni más ni menos que a la afición del Rayo Vallecano, una afición, salivazos al banquillo del Celta al margen, que siempre se ha caracterizado por su apoyo incondicional y por los decibelios que logran alcanzar en su estadio. De hecho, incluso con los goles del Celta continuaron apoyando, pero a poco que bajaban el ritmo, emergía el "Miudiño" o cualquier otro cántico de los celestes, que se desplazaron en buen número a la Capital de España y no tuvieron piedad  de  su garganta. 

Ya sucedía el año pasado, con el Celta en Segunda División. En cada partido había representación celeste, más o menos numerosa en función de la cercanía o la facilidad del desplazamiento. Cierto que el partido de ayer era un desplazamiento relativamente "cómodo", ya que las conexiones con la capital son inmejorables, pero muchos se pegaron el palizón de salir de Vigo a las siete de la mañana y regresar a la ciudad olívica nada más concluir el partido. 

Nadie es más celtista que otro por hacer algo así, pero hay que reconocer el mérito de quienes se recorren España para apoyar al Celta. Su bolsillo sufrirá, pero el equipo lo agradece y el celtismo se siente orgulloso de que su afición no deje que su equipo camine solo jamás. 

1 comments:

meks dijo...

Sempre celta! Salgo eu na foto jaja

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