Carlos Mouriño (VII): Sobre su mandato

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El presidente del Celta fue cuestionado sobre que emoción fue más fuerte, si la tristeza del descenso, o la alegría del ascenso. Mouriño no dudó y espetó en que para él fue más duro la "tristeza del descenso, ya que eso es imposible superarlo. No es posible superarlo ni con el ascenso. Eso es imposible superarlo siendo presidente, siendo aficionado y es algo que me pesará durante toda la vida. Yo bajé al Celta y esa espinita jamás me la podré quitar."

Respecto al ascenso, Mouriño se acordó de algunos de sus familiares ya no presentes, y con voz entrecortada explicó que "el ascenso fue algo muy emocionante, un cúmulo de emociones tremendas, te acuerdas de muchísima gente, gente que estuvo conmigo en los momentos difíciles, como el descenso y que siempre me animaba y apoyaba en los momentos más duros y en los que estaba sólo y que ya no estaba ahí para seguir animando… hay mucha emoción al ver toda una ciudad detrás de un equipo, y se agradece muchísimo."

Sobre el hecho de que si siempre quiso ser presidente del Real Club Celta de Vigo, Mouriño recordó que "siempre lo hablé con mucha frecuencia, e incluso de pequeño, mientras otros decían que querían ser bomberos, yo decía que quería ser presidente del Celta. Es algo que me contaba mi madre como anécdota, no sé si era una realidad o no, pero yo siempre he sentido algo especial por el Celta y cuando fui elegido presidente lo tomé como algo muy natural, ya que mentalmente sí que tenía concebido de que algún día sería presidente del Celta."