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| EFE |
Algunos espectadores todavía estaban acomodándose en sus butacas cuando Cabral silenció el Bernabéu. Era el 12 de febrero de 2012 y corría el minuto cuatro de partido cuando el hoy defensa celeste enviaba al fondo de la red un balón que, momentáneamente, destrozaba las quinielas. El Levante se adelantaba en el feudo del Real Madrid con el futbolista argentino incrédulo ante lo que acababa de suceder. «Era el primer partido que jugaba en el Bernabéu y convertía un gol. Al final perdimos (4-2), pero mi gol fue el 0-1 y sentir todo el Bernabéu callado fue una experiencia inolvidable», narra el central celeste. Dentro de semana y media regresará al estadio madrileño y reconoce que le haría ilusión repetir el tanto. «Es un recuerdo muy lindo y ojalá este partido pueda volver a convertir. Es muy difícil, pero ¿por qué no?».
Gustavo Cabral tiene fijada en su retina la acción del gol. «Fue una jugada de pelota parada para nosotros. Voy entrando por atrás y cuando veo que la pelota va a pasar porque Sergio Ramos la había peinado mal, pues me queda perfecta para cabecear y por suerte entra», rememora. «Al principio no me lo podía creer. Había quedado todo en silencio. Me doy cuenta cuando mis compañeros me vienen a abrazar y gritamos todos juntos».
Para cualquier futbolista marcar en el Bernabéu tiene un sabor especial, pero más todavía cuando se trata de un defensa. «Creo que debo estar por los diez o once goles en mi carrera. Para mí, siendo defensor, no está mal. La mayor parte de los que he convertido fueron en River, cinco o seis, y en España llevo dos, el del Bernabéu y el deValencia, y en Méjico también tuve un gol», recuerda el central celeste.
Aquel 12 de febrero el tanto surgido de una falta dio a Cabral una pequeña gran alegría que sueña con reeditar. «Se me están dando los goles y nosotros estamos trabajando mucho en pelota parada, así que ojalá volvamos a convertir. Ojalá tengamos situaciones y pueda subir, es lo que me da opciones de gol», añade.
«Creo mucho en este equipo»
Aunque a ningún futbolista amargan los goles, Cabral no olvida que su principal cometido está en la zaga, a la que ve cada vez mejor. «Me estoy encontrando bien y progresando junto con el equipo. Ya es el segundo partido con el arco a cero», recuerda. «Se estaba trabajando en las dos áreas. Sabíamos cuáles eran los errores, que necesitábamos ser contundentes adelante y estar concentrados atrás, y se logró».
Mientras el Celta trabaja para que su juego siga mejorando, el calendario acecha. «Queda un mes muy complicado por delante. Tenemos esta semanita para trabajar bien y la semana que viene hay que pensar en cómo jugarle al Madrid. Tenemos una idea de juego muy buena. No porque sea el Madrid tenemos que tirarnos atrás», dice Cabral sobre los planteamientos celestes. «Yo creo mucho en este equipo. Veo que hay grandes jugadores que están creciendo y se pueden hacer cosas importantes». De entrada, la asignatura pendiente es puntuar lejos de Balaídos, y el Bernabéu es la primera posibilidad. «Sería buenísimo, espectacular, sumar como visitante ante el Madrid. Sería grandioso», proclama un Cabral que ya sabe lo que es marcar gol al Real Madrid.
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