La maldición del primer gol


EFE 
Gonzalo Higuaían reconoció al término del partido que no quería disparar a portería cuando anotó el primer gol. El argentino se sinceró ante la prensa: "No me creería si le dijese que tiré a gol", ironizó el delantero centro madridista, que encontró el primer gol en un centro al área que se envenenó sorprendiendo al bueno de Sergio cuando apenas se habían disputado 10 minutos de partido. Si bien es cierto que el domino del Real Madrid estaba siendo claro durante ese periodo, no había gozado de ocasiones claras y ese golpe de fortuna pudo cambiar drásticamente el rumbo del partido. 

Tras el gol, el Celta continuó en la misma línea, con la dificultad añadida de verse obligado a remontar un gol en contra. A veces la fortuna juega su papel en el fútbol, pero no es menos cierto que, fuese así o con una jugada más elaborada, parecía evidente que el gol blanco llegaría en cualquier momento. El gol pasará a la historia como el primero que encaja Sergio en Primera División. El de Catoira está marcado por esos goles "extraños" que suele encajar para estrenar su portería en las diferentes categorías. 

La pasada temporada pasó a formar parte de la primera plantilla del Celta, después de muchos años siendo portero del filial y el tercer portero del Celta. Debutó en Segunda ante el Cartagena, en la última jornada de la Temporada 2010-11. Arrancó la siguiente temporada como suplente, pero una gastroenteritis de Yoel le permitió ser titular en Almería. Allí encajó su primer gol en Segunda, y, al igual que de ayer, fue bastante raro, ya que el balón cayó a los pies de Bernardello (argentino como Higuaín) después de que un balón que iba hacia Bustos rebotase en Miranda Torres, colegiado del encuentro. El centrocampista argentino del Almería enganchó un lanzamiento imposible para el de Catoira, que ayer volvió a ver como su primer gol en la máxima categoría era raro y de un argentino, como si una maldición lo persiguiese. ¿Cómo será el primer gol que encaje en Champions? 

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