La sorpresa de Herrera


Foto: Óscar Vázquez

Sorprendió a todos Paco Herrera. Se esperaba un cambio de dibujo, la apuesta por un 4-3-3 que sustituyese al 4-2-3-1 que tan buenos réditos había concedido la pasada campaña. Un nuevo esquema en el que Álex López cobraría si cabe mayor importancia desde la posición de mediapunta, donde explotar su visión de juego y llegada. Sin embargo, el técnico catalán prefirió un 4-4-2 con De Lucas y Aspas formando dupla ofensiva. La idea era buscar las cosquillas a la defensa del Málaga, contundente pero exenta de velocidad, mediante dos futbolistas rápidos y verticales que recibiesen constantemente a la espalda de Wellington y Demichelis. Salió bien la apuesta, pues aunque faltó el gol, el Celta fue capaz de generar mucho peligro al conjunto dirigido por Manuel Pellegrini.
   
Sin duda, este nuevo dibujo puede ser un recurso muy interesante para futuros compromisos de los olívicos, especialmente ante equipos que requieran el esférico. Aspas es indiscutible, pero junto a él podrían formar el propio De Lucas, quien ofreció un rendimiento más que notable en una demarcación que no es la suya, cualquier nueva incorporación-especialmente si posee características similares a las del jugador del Morrazo- o incluso con Mario Bermejo, tal y como sucedió el año pasado aunque con el cántabro un poquito más adelantado. Este 4-4-2 ofrece verticalidad y rapidez en las transiciones, especialmente si se acompaña con dos extremos puros como pueden ser Augusto o Toni. Por otra parte, Álex López demostró el pasado sábado que se encuentra más cómodo en el centro, cerca del núcleo del juego. Fue quizás el único aspecto a mejorar de un esquema que sorprendió a todos por su novedad y por el buen resultado futbolístico que ofreció.
   
Si algo ha demostrado Herrera en estos dos años que lleva al frente del equipo celeste es no ser un hombre de ideas fijas. El técnico catalán ha variado en multitud de ocasiones el dibujo del equipo en pos de encontrar con la tecla exacta que hiciese funcionar la maquinaria. Este 4-4-2 puede ser una buena opción para momentos puntuales, al igual que el 4-3-3 que venía probando hasta ahora, más idóneo para choques en los que los vigueses deban llevar la iniciativa. Aspas y Álex López son las piedras angulares del once y en torno a ellos pueden estructurarse muchos esquemas. Es una auténtica fortuna que el equipo celeste tenga la capacidad de adaptarse a diferentes dibujos. Herrera debe hilar fino y acertar con el más adecuado en cada ocasión. Ante el Málaga lo hizo, pero faltó aquello que no se puede encontrar en la pizarra: el gol.

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