La nueva vida de Mario


RICARDO GROBAS

A pesar de haber transcurrido apenas una semana de competición, parece evidente que el rol de Mario Bermejo en el Celta ha variado considerablemente respecto al de la temporada pasada. La llegada de los nuevos fichajes –Augusto Fernández, Krohn-Dehli y un nuevo delantero- además del cambio de sistema que planea Paco Herrera para el regreso a Primera, un 4-4-2 con dos puntas o un 4-3-3 con Álex López más adelantado, incitan a pensar que el de Torrelavega perderá protagonismo en esta nueva campaña que acaba de comenzar. Lejos del papel decisivo del curso anterior, SúperMario se enfrenta ahora a un nuevo escenario ante el que está decidido a no tirar la toalla: “Mi empeño es buscarme un sitio, no desfallecer”.  A buen seguro que lo hará.
   
Y es que si algo ha demostrado el delantero cántabro en este año que lleva en Vigo es su espíritu de lucha y una gran capacidad para adaptarse a las circunstancias. Llegó el verano pasado con la vitola de delantero centro, pero la insistencia de Paco Herrera en explotar las cualidades de Aspas como ariete hicieron que tuviera que buscar acomodo en la mediapunta. Una demarcación en la brillaba menos, pero en la que descubrió al celtismo cualidades más oscuras pero que ayudaron al Celta a lograr el objetivo del ascenso. Trabajo, trabajo y más trabajo de un hombre curtido en mil batallas para ganarse el respeto de la hinchada y de un vestuario que lo conoce como “el abuelo”.
   
Esta temporada el panorama semeja distinto a priori. Lo normal es que a Bermejo le esperen minutos de banquillo, partidos de 15 o 20 minutos y menos protagonismo que el curso pasado. No obstante, un futbolista de su experiencia y calidad sabrá hacerse importante en el equipo. Dentro y fuera del campo, el cántabro es un hombre fundamental. Para muestra el espectacular partido ante el Xerez la temporada pasada, donde la expulsión de Sergio propició su temprana salida del campo. En lugar de poner mala cara y tomar el camino de los vestuarios, Bermejo se erigió como el instigador de una hinchada que empujó a los suyos hacia la remontada. Sin tocar un balón, su actuación aquel día fue simple y llanamente memorable.
   
Que nadie dé por muerto a SúperMario. Por fútbol y por muchas cosas más seguirá siendo útil a este Celta. La temporada es larga y le ofrecerá muchas oportunidades de ser decisivo. Se enfrenta a una nueva vida, pero no debe haber dudas de que Mario sabrá responder.
   

1 comments:

Unknown dijo...

Sempre Supermario!!!

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