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EFE |
Lo mejor del estreno liguero del Celta en Primera tras cinco años de ausencia de la élite fue la presencia de seis canteranos en su formación titular: Hugo Mallo, Túñez, Roberto Lago, Borja Oubiña, Iago Aspas y Álex López, además de la entrada de un séptimo jugador que pasó por el filial, Toni, en los cambios que introdujo Paco Herrera.
Cuando Carlos Mouriño cogió la presidencia del Celta hace ya más de seis años, el dirigente quería darle a la entidad celeste un modelo inglés en cuanto al funcionamiento del club, y una filosofía Barça en su política de cantera. De entrada le costó y en su primer año en Primera, en el que perdió la categoría, el equipo vigués apenas contó con jugadores del filial en su primer equipo. Solo los estrenos puntuales de Jonathan Vila y Dani Abalo, y la continuidad de Oubiña y Jonathan Aspas, daban presencia de canteranos entre los elegidos.
El Celta descendió y en su primera temporada en Segunda tampoco hubo muchas novedades que procediesen de A Madroa. La aparición de Roberto Lago o la de Michu, con mucha menos presencia, fue lo único rescatable, ya que los canteranos que debutaron solo intervinieron en los minutos residuales del final del campeonato, Aspas, Ferrán, Aicart, Maric o Noel Alonso, además de la fugacidad de Richi que fue titular en el primer partido y ya no volvió a aparecer.
El club vigués se ve abocado a la suspensión de pagos y es cuando entra en el proceso concursal cuando se produce esa apuesta obligada por la cantera. A los mencionados Vila, Aspas, Lago, Abalo y Michu se les unió, el regreso de Noguerol, y dos importantes estrenos como fueron los de Joselu y Jordi porque ambos dejarían suculentos traspasos en las arcas de la entidad celeste.
La verdadera eclosión llega con la presencia de Eusebio Sacristán en el banquillo vigués. El ahora técnico del Barcelona B, dio un impulso a los jóvenes en cuanto a su presencia en el primer equipo como no se había producido hasta la fecha. Con el pucelano llegan a participar hasta dieciséis jugadores procedentes de la cantera en la temporada 2009-2010.
Paco Herrera no desaprovechó el trabajo realizado por Eusebio. El actual entrenador de los célticos mantiene a la mayor parte de estos futbolistas e incluso propicia cuatro debuts más. No le sirvió para lograr el ascenso en su primer intento pero a la segunda sí lo obtuvo con una notable participación de canteranos. El pasado sábado, en el regreso a Primera cinco años después, Herrera no lo dudó, y en su apuesta la cantera siguió teniendo la misma importancia que en el pasado ejercicio.
Víctor López / Deportes Terra
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