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| STEVE UTTLEY |
Muchos recordaréis a Habib Bamogo, un delantero francés que llegó en el mercado de invierno de la Temporada 2006-07 para ayudar al Celta a lograr la permanencia. El equipo de Fernando Vázquez no andaba fino en ataque, Baiano no era el de la primera temporada y el de Castrofeito confiaba poco en Perera. Así pues se decidió reforzar la vanguardia con un atacante que llegaba procedente del Olympique de Marsella. El rendimiento de Bamogo en Vigo no fue malo, y seguramente mereció más oportunidades. A la historia pasará la celebración de su primer gol con el Celta, ante el Racing de Santander, cuando el francés sorprendió a todos sacándose un chupete de debajo de la media. También marcó en el fatídido choque ante el Getafe, el día del último descenso.
Y como vino se fue. El Celta descendió a Segunda y Bamogo retornó a Francia, donde sería cedido al Niza. Allí realizó una gran campaña que le llevó a ser adquirido en propiedad por el club de la Costa Azul, que pagó un millón y medio de euros al Marsella por sus servicios. Tras cuatro temporadas con el conjunto rojinegro, Bamogo emprendió su aventura griega, abandonando su Francia natal, donde antó 44 goles en 260 partidos. El Panetolikos sería el equipo heleno que le fichó, pero apenas duró unos meses, saltando a la Segunda División inglesa para fichar por el Doncaster Rovers.
El Doncaster Rovers es un viejo equipo inglés, fundado en 1879, de la ciudad de Doncaster, South Yorkshire, cuya población no llega a los 70.000 habitantes. La pasada temporada militó en la Football League Championship, equivalente a la Segunda española, y tras ser último clasificado a descendido al tercer nivel, llamado Football League One. Allí seguirá Bamogo, que ha ido empeorando su carrera con el paso de los años. De aquel prometedor delantero por quien el Olympique de Marsella pagó 3 millones de euros al Montpellier, a ese futbolista de 30 años relegado a la Tercera División inglesa.
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