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| Foto: Ricardo Grobas |
Muchos analistas señalan estos días la injusticia moral de que Celta o Valladolid deban pasar por el play off de ascenso tras haberse mostrado muy superiores, junto al Deportivo, a los otros equipos de la categoría.Una jerarquía que no garantiza en absoluto que puedan obtener el premio por la vía secundaria. Vigueses y pucelanos han exprimido sus energías físicas y anímicas en su particular carrera. El que pierda el duelo llegará desfondado a la primera eliminatoria, que arranca a mitad de la próxima semana.
Djukic ya piensa en refrescar a los suyos en el último partido de la fase regular, ante un Guadalajara al que debería derrotar de igual forma con actores secundarios en la alineación. Paco Herrera no se lo puede permitir. Tiene que arriesgarlo todo en el partido contra el Córdoba. Suyas son las mayores posibilidades de éxito. Pero también el mayor castigo en caso de fallar.
El preparador céltico tiene que gestionar una baja administrativa. Toni vio en Nástic la quinta cartulina amarilla del ciclo. "Estoy muy dolido", confiesa el herculino. "Fue una tarjetita un poco rigurosa. Unos minutos antes hay un penalti claro que se castiga de igual manera. Puede ser un poco rigurosa. Pero ya bastante vueltas le he dado". Sabe que su asiento de Balaídos se le antojará una silla de tortura el próximo domingo: "Tomaré valeriana o tranquimazin. Tiraré de la confianza en mis compañeros. Habrá que sufrir. Llevamos semanas sufriendo y no creo que ésta sea diferente".
Otros sufrirán en lo físico. Oubiña tiene un dedo del pie inflamado. Aunque las pruebas habían descartado la fractura, cada golpe en los partidos le provoca un fuerte dolor. El capitán celeste intentará forzar hasta cruzar la frontera de Primera. Herrera tiene la opción de reemplazarlo por Bustos. Hay otros compañeros que están al límite de su resistencia. El ascenso directo es, también en esto, imprescindible.
Armando Álvarez / Faro de Vigo
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