La mejor Liga del mundo


Aficionados del Cartagena esperando a Pino Zamorano tras la suspensión del partido. Foto de Luis Alcázar (vía Twitter) 
Ya hace mucho tiempo que las televisiones privadas se han encargado, a través de sus especiales deportivos y sus retransmisiones, de que la LFP o Liga de Fútbol Profesional Española sea vendida como la mejor del mundo. Sus razones: los mejores jugadores del mundo recalan en Primera División y son muchos los que quieren fichar por uno u otro equipo español. Como suele ocurrir, lo que no hacen es contar la otra parte del cuento: esos jugadores (léase Ronaldinhos, Cristianos, Zidanes y demás) recalan casi siempre en los mismos equipos y lo hacen a base de un contrato multimillonario y una carta blanca en cuanto a impuestos que cualquiera rechazaría. Lo que no te dicen, además, es que tanto la Primera como la Segunda División están en una situación precaria en cuanto al pago de los clubes a sus jugadores, que los campos no se llenan y que las diferencias entre unos y otros son cada vez más claras. ¿A quién le importa eso? Lo que importa son los golazos, las caras bonitas y el morbo.

El caso es que ayer hemos vivido en Cartagena uno más de esos episodios que dejan en un dudoso lugar al fútbol español. Pino Zamorano, temido por todos nosotros por sus frecuentemente fallidas actuaciones arbitrales, suspende el partido en el minuto 59 por el impacto de un objeto en la cabeza de uno de sus asistentes. La historia no había empezado ahí, ya que Pino venía avisando más o menos desde el minuto 30 de la primera parte dejando consignas claras de que si la cosa continuaba el partido sería suspendido. Tanto el delegado como el propio Cartagena debieron de tomarse a guasa las advertencias a Pino ya que el resultado está a la vista de todos: golpe en la cabeza y partido suspendido. Y ahora es cuando nos toca analizar lo ocurrido y relacionarlo con esta Liga que para muchos es “la mejor del mundo”.

En primer lugar no es la primera ni será la última vez que un aficionado, sea del equipo que sea, arroje objetos al campo. Ocurrió hace no mucho en Granada y ha vuelto a ocurrir en Cartagena. ¿Es esa la afición de la mejor Liga del mundo? Pero lo más flagrante no es eso si no lo que se vivió inmediatamente después. En un alarde de populismo y coraje mal entendido, Carlos Ríos y su plantilla avanzan hasta el centro del campo a aplaudir a los aficionados que en los instantes previos sabotearon un partido que se les había puesto muy de cara. ¿A alguien le sorprende pues que los aficionados actúen así si su propio club los aplaude? Tenemos lo que merecemos.

Continuemos hablando ahora de lo que pasará, algo bastante predecible que no por ello deja de ser ridículo. Seguramente se reanudará el partido entre semana y a puerta cerrada, teniendo que desplazarse el Celta otra vez hasta Cartagena (que no es precisamente al lado de Vigo) para jugar la friolera de 30 minutos de partido y volverse para casa para preparar, contrarreloj, el crucial envite contra el Deportivo. Y todo esto con una lentitud pasmosa de los comités y demás estamentos que aún encima luego se quejarán de lo apretado de su calendario. Lejos de la opción de que le den el partido por ganado al Celta, que sería lo lógico dadas las circunstancias y el aviso reiterado de Pino Zamorano, se me ocurre que el partido se reanudase hoy para no tener que sufrir el Celta un desplazamiento innecesario. Evidentemente esto no será así ya que los jerifaltes de este tinglado estarán de vacaciones. Una vez más tenemos un brillante ejemplo de lo que significa ser “la mejor Liga del mundo”.

Por no hablar del desagravio sufrido por los aficionados celestes que se han desplazado a Cartagena con toda la ilusión del mundo y que por la actitud de cuatro impresentables se han quedado con un palmo de narices viendo lo ocurrido. ¿Quién sufragará esos gastos? ¿Se hará cargo el Cartagena de la situación? Una vez más, si de verdad tuviésemos “la mejor Liga del mundo”, sería la propia LFP quien tomase cartas en el asunto y organizaría, con toda celeridad, la situación ocurrida. Pero no será así. El final del cuento será el de siempre: el malo será Pino Zamorano, que la próxima vez tendrá que esperar hasta que le partan el cráneo en dos a su asistente para suspender el encuentro y el partido se reanudará a puerta cerrada como si eso fuese a servir de algo. Quizá la sanción se extienda a un par de encuentros a puerta cerrada para el Cartagena y a otra cosa.

Y esto, amigos, es la “mejor Liga del mundo”. Una Liga en la que los campos, aún estando semivacíos, se atreven a tirar objetos al terreno de juego en un partido aparentemente tranquilo. Una Liga en la que un equipo, consciente de las cámaras que graban para toda España, aplaude la actitud de su afición con pancartas, lágrimas de cocodrilo y piña incluidas. Una Liga en la que el perjudicado de todo esto será todavía más castigado en sus aspiraciones deportivas que el infractor. Una Liga en la que un árbitro será el culpable de recibir botellazos y monedazos y, además, será esperado por 500 valientes para ser recriminado. Una Liga en la que lo importante es que Mourinho, Guardiola, Messi, Cristiano, Barça y Madrid sigan alimentando el morbo y la venta de periódicos. Pues iba a ser verdad el dicho: “Spain is different”.

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1 comments:

Rubén dijo...

No se donde sacas tu,que se jugara este miercoles,cuando el comite se reune el miercoles,y esta semana habiendo liga,no se si se reuniran
El delegado,hablo por la radio ayer,y si que comentaran por megafonia,lo de los lanzamientos.
En Balaidos no se tiran papeles,bolsas de pipas y demas? suerte que esta el foso de por medio,que sino,con este,mas de una sancion similar caeria

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