El genio en su salsa


Foto: Marta G. Brea
Javier Maté, que lo conoció de pequeño, supo enseguida el material delicado que le confiaban. "Tiene todos los rasgos del futbolista", sentencia el excoordinador de las categorías inferiores del Celta. Futbolista en mayúsculas, talento fabuloso, con la pasión desmedida que suele comportar. Todo en Iago se calcula en excesos. La clave es gestionar esa personalidad sin intentar modificarla. Herrera, como antes Rafa Sáez, Milo Abelleira o Eusebio Sacristán, lo intenta y le ha pedido al moañés que en el derbi domine más que nunca sus demonios para que sus ángeles aleteen sobre el Dépor.

Iago Aspas protagoniza el derbi ya antes de que la pelota comience a rodar precisamente porque su voz se echa en falta. Es un silencio que clama. El club le ha prohibido realizar declaraciones. Teme alguna frase que incendie el ambiente, como en la primera vuelta. Paco Herrera y Torrecilla anticipan que Colotto "intentará desquiciarlo". Oubiña le pide que está "concentrado al cien por cien". Aspas rumia en soledad la cita para la que ha nacido. El genio, en su salsa.

"Jugador diferente", pronuncian todos los entrenadores que han intentado adoctrinarlo. "Diferente", repiten una y otra vez. Concepto ineludible en su definición. Algunos quisieron domesticarlo. Otros lo daban por imposible o "lo veían muy endeble físicamente", recuerda Javier Maté, que lo enroló en las categorías inferiores del Celta. Eusebio Sacristán, que lo instaló en el primer equipo, propocionó la fórmula necesaria: "Hay que enseñarle a controlarse pero no cambiar su personalidad". "Un juicio muy acertado", confirma Rafa Sáez, uno de sus técnicos en el filial, que añade: "Tampoco se conseguiría. Difícilmente se le puede transformar. Sí orientar".

Maté, Sáez y Sacristán se cuentan entre los que han sabido comprender su alma efervescente. Maté lo captó para alevines, una categoría que desapareció durante una etapa. "Tan pronto pude recuperarlo para infantiles, lo hice", comenta el exportero. "Ya era entonces un jugador distinto, con una personalidad que llamaba la atención".

Maté vigiló su crecimiento. Alivió sus frustraciones, como cuando quiso irse en cadetes porque no lo habían seleccionado para el Campeonato de España. Purgó sus destemplanzas con una cesión al Rápido en edad juvenil. Tampoco fue titular en División de Honor a su regreso. Sí ya en el filial, donde el talento rompió la cáscara irascible que cegaba a algunos técnicos. "En el Celta marcaba las diferencias", establece Maté. "Lo expulsaban en uno de cada cuatro partidos. Pero Rafa Sáez decía que merecía la pena pagar ese precio".

Sáez asegura que, en cuanto a talento, "es el mejor de Segunda. No se encuentra ese tipo de personalidad en la categoría". Advierte que el Iago al que conoció recién salido de la adolescencia "ha cambiado. Ha pausado su comportamiento. Ha madurado. Pero lo esencial lo lleva en su ADN. Conserva los detalles importantes de su personalidad. Que son motivo de safisfacción. Ya hay demasiados futbolistas clonados".

También el sustituto de Javier Maté, Chuti Molina, percibió enseguida su valor. "Si fuese argentino, Iago valdría 15 millones de euros", aseguró en el verano de la temporada 2008/2009. Una declaración que incomodó a Pepe Murcia. El andaluz no le reservaba ningún papel en sus esquemas. Sí Eusebio. Depositó en Iago el futuro del Celta en aquel encuentro contra el Alavés que decidía la permanencia. El moañés salvó a la entidad con sus dos goles de la más que probable desaparición. La tasación de Molina se hizo auténtica.

Eusebio, que llegó a amenazar con cambiarlo en un descanso si no pedía perdón al árbitro, contribuyó a suavizar sus aristas. Paco Herrera se esfuerza en completar la escultura. Maté percibe que Paco "lo ha entendido muy bien. Veo complicidad entre ellos. Recuerdo cuando declaró que había hecho un partido de mierda como mediapunta. Lo dijo porque antes se lo había comentado a él. Y porque no pensaba sacarlo del equipo.Me gustan esos guiños. Paco sabe que hace cosas que no hacen los demás".

Deduce Maté que Herrera "ya le ha leído la cartilla" respecto al inminente derbi. Sáez comprende que "Colotto, que es canchera, pueda intentar aprovechar una fragilidad en el rival. Si está dentro de lo futbolístico, es legítimo. Hay que ver cómo reaccionan todos los jugadores, especialmente los del Celta, al jugar ante 30.000 personas que convierten la victoria en cuestión de estado. Puede que Iago responda a un perfil de riesgo". Él confía en que el genio supere todos los obstáculos.


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