![]() |
Foto: Ricardo Grobas |
El portero vigués tiene buenas vibraciones -«porque cuando una persona no tiene ninguna molestias a la hora de trabajar, las sensaciones son buenas»-, ya ha comenzado a hacer caídas en la portería -«poco a poco le voy metiendo más intensidad al trabajo y voy cogiendo ritmo»- y solo le faltan los golpeos al esférico -«golpeo en corto y con mucha precaución. En largo vamos hay que esperar, esta semana comenzaré a tocar el balón pero siempre con precaución de no correr ningún riesgo»-.
Porque Yoel no es ningún kamikaze. Juan José Cota, el jefe de los servicios médicos desveló que por momentos hubo que frenarle, pero el meta le pone matices a la aseveración: «Yo me sentía bien, no era frenar, porque cualquier futbolista cuando está lesionado lo que quiere es estar cuanto antes. Yo sabia que tenía un plazo mínimo de seis semanas».
Esta precaución no está reñida con la dedicación plena a la que ha consagrado su recuperación: «En el gimnasio hemos trabajado mucho. Pedro, el recuperador, es una persona alegre, pero a la hora de trabajar es seria y la verdad es que tener gente así en el club es de agradecer». Ayer mismo comenzó su plan semanal.
Pendiente de una última ecografía de control todo apunta en el mejor sentido, Yoel no quiere aventurar que estará en Huesca porque esa decisión le compete a los servicios médicos y al propio entrenador. «Desde el primer día que me lesioné ya dije que quería estar con el equipo pero los que mandan son los médicos y si estoy para Huesca es una decisión que van a tomar ellos», indica.
No hay mucho margen. Rubén Blanco se marcha hoy con la selección sub 17 al Preeuropeo y el club en absoluto confía en Matías Dituro, quien ni ha entrenado una vez con el primer equipo, lo que unido a la imposibilidad de que Queco Piña pueda subir al primer equipo, confirma de un modo implícito que Yoel entrará en la lista de convocados. Su destino será el banquillo. De salir al campo lo haría con algunas limitaciones a la hora de sacar de puerta. En el resto, parece preparado.
Xosé Ramón Castro / La Voz de Galicia
0 comments:
Publicar un comentario