![]() |
Foto: Ricardo Grobas |
Un once que, al
margen de la referencia ofensiva, ha tenido su particular baile de futbolistas
en el extremo izquierdo. Sin duda, esa ha sido la demarcación a la que más ha
costado encontrar un dueño fijo. Por ahí han pasado Orellana, Joan Tomás, David
Rodríguez e incluso Toni. Todos ellos con diferente resultado. El experimento
con David no funcionó, mientras que, por otra parte, Herrera ha mostrado cierta
preferencia a situar a Toni en banda derecha convirtiéndolo en el sustituto
natural de Quique De Lucas. Orellana y Joan Tomás eran, jornada tras
jornada, los principales candidatos, pero en las últimas semanas ha sido el
chileno el que se ha hecho con un hueco del que, de momento, se antoja
complicado que se le desplace.
Volvemos entonces a
una situación conocida, la de un Joan Tomás en el banquillo. Encasillado en la
etiqueta de revulsivo, el gerundense manifestaba en los últimos días su
descontento con ese calificativo y su deseo de contar con más minutos. La
verdad es que parece complicado y todo indica a que el catalán se verá abocado,
de aquí a final de temporada, a una situación muy similar a la que experimentó
el curso pasado: la de futbolista de 20 minutos con capacidad para revolucionar
partidos. ¿Y quién es el causante de
esto? Tanto Paco Herrera como el propio Joan Tomás tienen parte de culpa en
este asunto.
En primer lugar el
técnico. Salvo contadas ocasiones, Herrera nunca ha apostado por situar al
jugador en su demarcación ideal, la de mediapunta. A la mente viene un partido
ante el Villarreal B la campaña pasada, y otros tres o cuatro en esta, de los
cuales al menos dos-Valladolid y Nástic- disputó saliendo desde el banquillo.
Es sin duda la posición en la que, por sus características, más cómodo se
sentiría, pero nunca ha terminado de encontrarle sitio. El año pasado, el
esquema y la presencia de Trashorras lo hacían entendible. Sin embargo, en
esta, y siendo el único futbolista del plantel de ese corte, ha apostado por
situar a Mario Bermejo, un delantero centro que, por otra parte, está
ofreciendo un rendimiento magnífico. Por el contrario, a Joan Tomás ha preferido situarlo en
banda donde, si bien ha hecho buenos partidos, parte de sus cualidades se
pierden.
Y por otro lado,
tampoco se puede decir que Joan Tomás haya dado motivos a Herrera para que
confíe en él con asiduidad. Sea en la posición que fuese, incluso pegado a la
banda, ha tenido buenos minutos saliendo desde el banquillo que, sin embargo,
no ha sabido repetir a la semana siguiente jugando como titular. Una
irregularidad esta que le ha perjudicado y le ha privado de minutos,
encasillándolo en una figura semejante a la que tuvo en su día Guti en el Real
Madrid (salvando las distancias). Futbolistas ambos con talento e inventiva,
brillantes por periodos cortos de tiempo y oscuros bajo el prisma de la
regularidad. Jugadores que, a fin de cuentas, no terminan de explotar y demostrar
lo que por calidad se les presupone.
0 comments:
Publicar un comentario