El Celta recupera al dúo de moda


Foto: Ricardo Grobas
Apenas han coincidido en el once de Paco Herrera, pero la sociedad constituida por Borja Oubiña y Alex López está considera como una de las mejores parejas de mediocentros de Segunda División. Esta semana, el Celta tiene la oportunidad de volver a disfrutar del fútbol que despliegan ambos, pues el ferrolano recibió ayer el alta médica tras superar un problema muscular tras la vuelta de las vacaciones navideñas que le impidió jugar ante el Alcoyano.

En el caso de Oubiña y Alex prevalecen las sensaciones que transmiten cuando juegan juntos mucho más que los resultados que obtiene el equipo. De hecho, de las seis ocasiones que han coincidido en el campo, se han dado los tres resultados posibles por igual: dos victorias (Huesca y Guadalajara), un par de empates (Valladolid y Xerez) y otras tantas derrotas (Hércules y Deportivo).

Sin embargo, ya nadie duda de que los dos canteranos formarán en el equipo que Herrera pretende repetir el mayor número de ocasiones posibles hasta que concluya la temporada. Sólo problemas físicos o sanciones impedirán, en un principio, que el vigués y el ferrolano dirijan el juego de los célticos en su carrera hacia el ascenso.

La génesis de esta pareja de pivotes se fraguó en plena competición, cuando Herrera buscaba fórmulas para acabar con los malos resultados del Celta en Balaídos, con los que iba camino de arruinar la temporada, como le ocurrió en la anterior.

Tras un excelente comienzo de Liga, con el equipo moviéndose desde una línea de tres centrocampistas –Bustos, Alex e Insa–, llegaron los problemas para resolver los encuentros de casa. Herrera, entonces, buscó un once con un perfil más atacante. Además, el técnico comprobó que Oubiña ya estaba recuperado de su grave lesión y que podía poner parte de su gran talento a disposición del equipo.

La fórmula se puso en práctica a partir de la sexta jornada de Liga, con la visita a Vigo del Valladolid. Entonces, el Celta venía de encadenar dos derrotas: ante el Elche (1-2) y el Almería (1-0). Contra los vallisoletanos, Oubiña se estrenó en el once y compartió el trivote con Alex e Insa. A pesar del empate, el equipo vigués dejó buenas sensaciones.  Después de obtener otro empate en Xerez con el mismo trío de mediocentros, Herrera escogió el siguiente compromiso en Balaídos para cambiar de dibujo y apostar por el doble pivote. Oubiña y Alex dirigieron la goleada ante el Huesca (4-0).

Desde entonces, salvo excepciones, esa ha sido la pareja de mediocentros del Celta. Con Oubiña y Alex, los celestes brillaron con luz propia en el clásico de Riazor, a pesar de caer derrotados (2-1).  El mismo dúo de pivotes repitió en Vigo ante el Hércules (0-1), que se llevó los tres puntos inmerecidamente.

La fórmula del doble pivote no varió a pesar de estas dos adversidades consecutivas. Solo los problemas físicos o las sanciones impidieron que Oubiña y Alex se prodigaran más. La última aparición conjunta tuvo lugar a mediados de diciembre, ante el Guadalajara. El excelente partido que realizaron ambos ante el conjunto manchego confirmó que forman un de los centros del campo más valiosos de la división de plata.  "No sé si formamos el mejor mediocentro de la categoría. Eso lo tienen que valorar otros, pero la verdad es que yo con Borja me siente muy bien, es muy fácil jugar a su lado, y lo único que intento es disfrutar", comentaba ayer Alex.

El ferrolano asegura sentirse preparado "al cien por cien" para jugar el viernes ante el Nàstic. Es más, asegura sentir "mono" de fútbol, pues desde que se produjo el parón navideño no ha vuelto a jugar.

Jaime Conde / Faro de Vigo 

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