Cangas descubre la afición de Mouriño por el balonmano

Equipo del Luceros, en 1961, con Carlos Mouriño (2º izq., abajo) (FdV) 

El fútbol y el balonmano han sido los deportes favoritos del presidente del Celta, Carlos Mouriño, quien ayer recibió un obsequio muy especial al llegar a las instalaciones de A Madroa tras pasar las fiestas navideñas junto a su familia en México. Unos aficionados le entregaron el libro que el sábado se presentó en el Morrazo, durante la disputa del partido amistoso entre el Frigoríficos y la selección argentina: "50 años de balonmano en Cangas". Esta publicación, reúne abundante material fotográfico de los que protagonizaron los primeros pasos del balonmano cangués, del que formó parte el presidente del Celta.

Mouriño recordó algunas de las experiencias vividas al lado de su amigo Pepe Simón, junto al que dijo que formó parte del grupo fundacional del club Luceros, germen del balonmano local. Habló de la "Pista del Aterrado", situada en el paseo marítimo de la localidad morracense, donde disputaba sus partidos este equipo que tenía como pivote al ahora máximo accionista del Celta.

De su paso por el colegio Salesianos de Vigo había aprendido a amar el deporte en general, y en especial el balonmano y el fútbol. Cuando tomó las riendas del Celta, recordó que desde pequeño había soñado con dirigir al club de su ciudad. En la otra orilla de la ría, formó parte del grupo de pioneros que más tarde crearían el Alondras y el Club Balonmán Cangas.

Jaime Conde / Faro de Vigo