La hora de David Rodríguez

Foto: as.com

Hace escasos dos días reclamaba un cambio de actitud en David Rodríguez, un paso adelante por parte del talaverano con el que revertir una situación profesional que estaba minando de forma considerable su rendimiento futbolístico y su estado de ánimo. El partido del pasado martes frente al Espanyol fue toda una demostración del mal momento que está atravesando el delantero. Relegado a la suplencia desde hace tiempo, se mostró apático, deprimido, carente de confianza en su juego. No consiguió reactivar su idilio con el gol y, lo que parece más preocupante, dio la sensación de que la situación lo está consumiendo moralmente.

   

Pero parece que el destino ha decidido brindarle una oportunidad. Por suerte para él, y por desgracia para Iago Aspas, el puesto de delantero centro ha quedado vacante después de la lesión del futbolista moañés. Todo indica que Aspas no volverá a pisar los terrenos de juego hasta 2012 y, salvo sorpresa mayúscula, el sustituto que ocupe esa demarcación en los próximos dos partidos será David Rodríguez.

   

Así pues, el que fuera canterano del Atlético de Madrid tiene ante sí la oportunidad perfecta para reivindicarse y demostrar, en contra de lo que algunos puedan pensar, que está muy pero que muy vivo y que, al igual que hizo la campaña pasada, seguirá aportando goles a la causa celeste. Sin duda, ha llegado su momento y tiene que aprovecharlo. Un par de goles en estos dos partidos servirían para dejar atrás su crisis personal y volver a adquirir relevancia en un equipo que seguro lo va a necesitar a lo largo de la temporada.

   

Continuo pensando que la titularidad tiene que ser para Iago Aspas, un futbolista que, además de gol, ofrece muchas otras cosas al conjunto. No obstante, este pensamiento no es incompatible con que David Rodríguez vuelva a ser el goleador de antaño. Quizás no desde un rol tan indiscutible como el del curso pasado, pero pienso que debe seguir contando con minutos y aportando dianas con las que configurar el ascenso a Primera División. Y eso depende de él, de que vuelva a ser el de antes, de que vuelva a sentir lo que es hacer un gol, de que vuelva a demostrar que tiene nivel de sobra para jugar en este equipo. Ahora, con la ausencia de Aspas, es el momento: es la hora de David Rodríguez.