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Foto: Diario AS |
Pero la mala actuación arbitral no nos debe impedir ver la realidad y ser autocríticos. Tuvimos muchos errores, demasiados para esperar eliminar a un equipo con serias opciones de pasearse por Europa en la próxima temporada.
En primer lugar, esta vez no puedo justificar a David, por mucho que en tres ocasiones de gol transformase dos. Es imperdonable que un jugador que aspira a ser titular en un equipo que quiere ascender a Primera falle una ocasión como la que tuvo con 0-0. Es cierto que siempre he defendido que la aportación de David va mucho más allá de sus goles y que es su capacidad de desmarque y su facilidad para tener ocasiones, algo tan difícil como marcar goles, es lo que lo hace importante en este equipo. Pese a ello, es incomprensible la poca capacidad del talaverano para elegir la mejor opción a la hora de la finalización.
Capítulo aparte merece el caso de De Lucas. Siempre he dicho que es innegable que, por calidad, es, probablemente, el único jugador insustituible del ataque celeste, pero no se entiende que un futbolista con su experiencia sea capaz de dejar a su equipo con uno menos por una riña absurda. Es cierto que la penalización arbitral parece excesiva, pero no debemos olvidar que el primero en equivocarse es el propio De Lucas.
Tampoco Bustos acaba de encontrar el nivel del año pasado. La absurda pérdida de balón en el gol es solo un ejemplo de un partido para olvidar. Además sus compañeros en el centro del campo desaparecieron a raíz de la expulsión de De Lucas y el gol de Weiss, incluso Borja Oubiña parecía perdido en ocasiones.
Y por último, Vila y Catalá parecieron ponerse de acuerdo para confirmar a los celtistas y a Paco Herrera que Túñez y Oier, al menos en su actual estado de forma, deben ser los centrales titulares. Encima, para colmo, se repitieron los problemas a balón parado que en partidos anteriores parecían solventados.
Además del primer cuarto de partido, en el que el Celta demostró que, incluso en Primera, sería un equipo muy competitivo, podemos salvar, a mi juicio, a Sergio, con un par de grandes intervenciones, Bellvís, por cuya banda llevó buena parte del peligro del Celta en los primeros minutos, Hugo Mallo, que pese al gol en propia no cuajó un mal patido, los tardíos e inútiles goles de David y la aportación de Joan Tomás y Toni en sus escasos minutos.
La lectura es clara: esta vez era la Copa, que a fin de cuentas no es nuestro objetivo, pero si queremos ascender, no podemos repetir los múltiples errores de este partido.
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1 comments:
Alguien que juegue al futbol podrá decir claramente que la ocasión de David NO es fácil, ya que el balón viene con muy poca fuerza
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