Titularísimo


Foto: www.marca.com
Hasta hace poco, sus defensores lo decíamos con la boca pequeña, conscientes de la dificultad de desbancar del once a un futbolista consolidado y con galones como Roberto Lago. No obstante, con el paso del tiempo, los hechos hacen cada vez más insostenible esta situación de incontinencia verbal: “¡Bellvís titular!”

Sinceramente, supera ya el término de injusticia cualquier posible suplencia del lateral valenciano. Se mire por donde se mire, no posee coherencia alguna que el Celta tenga en el banquillo a un futbolista que está mostrando un nivel tan notable desde su llegada. Cubriendo ausencias o como recambio en los finales de partido, el ex de Numancia o Tenerife entre otros, siempre ha cumplido de forma sobresaliente, tanto en el perfil izquierdo como a pierna cambiada, minimizando o incluso haciendo olvidar la falta del jugador titular. Partido tras partido ha ofrecido un rendimiento tan bueno o mejor que el de sus competidores, pero que no se ha visto recompensado con el premio de la titularidad. Incluso él mismo acepta esa condición de suplente con la que llegó, pero que, meses después, se le ha quedado pequeña.

El partido de ayer fue una muestra más del buen momento de forma que vive el lateral. Impecable en defensa, donde tenía una difícil papeleta con Callejón, cubrió perfectamente su costado, impidiendo cualquier avance del rival y alejando todo peligro. En ataque se incorporó con regularidad, siempre con buen criterio y sin arriesgar en el pase, dejando un buen par de centros al corazón del área.

Por actuaciones como la de ayer y por otras muchas en el pasado reciente, Bellvís merece una oportunidad en el once sin discusión. Y la merece incluso en detrimento de un Roberto Lago del que yo nunca he sido fiel defensor. Siempre me ha parecido un futbolista de escaso nivel táctico y justito técnicamente. Errático en la colocación, pierde muchas veces la posición, lo que favorece al rival para que le gane la espalda. Tiende a recular demasiado y a no encimar al adversario permitiendo que saque un centro cómodo con el evidente peligro que eso conlleva. Con el balón en los pies abusa mucho del pelotazo y de la conducción, mostrándose a veces muy alocado. Sobresale en lo físico, donde es un auténtico portento, lo que le sirve en muchas ocasiones para sumarse con regularidad al ataque y para corregir en defensa el sitio que acostumbra a perder. Su concurso el año pasado, ante la ausencia de competidores, no admitía dudas. Pero esta campaña, con el gran nivel que está ofreciendo Bellvís, ya no parece tan indiscutible como antaño.

Si en Paco Herrera impera la justicia, Bellvís debería ser el lateral izquierdo del Celta el próximo sábado en el Mini Estadi. Nada, absolutamente nada se le puede achacar a un jugador que ha cumplido a las mil maravillas cuando el equipo lo ha necesitado y que ha aceptado el rol de suplente con total profesionalidad, tratando de aportar su granito de arena siempre que fuese preciso. Merece un premio en forma de titularidad y a buen seguro que no defraudará en una posición en la que ofrece rigor defensivo y llegada en ataque. Dependerá del técnico catalán, pero si por mí fuera, Bellvís no sería titular, sería titularísimo.

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