Iago Aspas ha vuelto a ser el héroe del Celta, que lograba la primera victoria en la cancha del Villarreal B después de una increíble remontada que culminaba una maravillosa segunda parte. El Celta se asienta en puestos de play-off, es cuarto, a dos puntos del ascenso directo, logrando además la tercera victoria consecutiva. Bermejo anotó su primer tanto y Iago Aspas se sitúa con siete goles, a tan solo uno del Pichichi de la categoria, Joselu, que hoy marcó dos goles.
El once inicial de Herrera presentaba la ausencia de Álex López, víctima de una inoportuna gastroenteritis. Natxo Insa ocupó su lugar. De tal modo que el once inicial era el formado por Yoel en portería, defensa de cuatro con Hugo Mallo, Oier, Catalá y Roberto Lago. El doble pivote lo formaban Oubiña y Natxo Insa, con De Lucas y Joan Tomás por las bandas, Bermejo de enganche, y Iago Aspas en punta de ataque.
No pudo empezar mejor el partido para el Celta, que se adelantó antes de llegar a los dos minutos de juego. Oubiña, que está sensacional, habilita a De Lucas con un gran pase y éste galopa por la banda derecha y su asistencia es un regalo que no desaprovecha Mario Bermejo para batir tranquilamente a Diego Mariño. La posición de De Lucas deja lugar a las dudas ya que podría estar en fuera de juego.
Con el gol, el Celta planteó el partido a la contra, buscando constantemente las espaldas de los zagueros amarillos, que sufrían para contener las constantes escapadas de De Lucas y las pillerías de Aspas. Fue el de Moaña quién pudo batir a Mariño, pero erró al intentar levantar el balón. Unos minutos después, Aspas volvió a probar suerte con la vaselina, pero su tiro acabaría fuera. Las ocasiones del Celta no eran nítidas, aunque la presencia ofensiva era notoria. De Lucas también lo intentó con dos disparos lejanos en los minutos 20 y 24, que no llevaron demasiado peligro a la meta villarrealense.
El Celta tenía más llegada, pero el Villarreal poco a poco se iba haciendo con el control del partido. Fruto de un robo de balón, el filial amarillo comenzaba a tener posesiones largas, y en una de estas, con todo el Celta basculado hacia su banda derecha, un cambio de orientación a la otra banda permite a Pere plantarse solo cerca del área y su centro es perfectamente rematado por Joselu que ponía el empate en el marcador, dejando constancia una vez más de lo poco que tiene que hacer un equipo para marcarle goles al Celta.
Un Celta que encajó bastante bien el golpe, y solo un minuto después, un buen centro lateral al que no llegaron Bermejo ni Aspas de milagro pudo volver a poner en franquía a los de Paco Herrera. Un minuto después se pidió penalty en el área local por unas manos bastante evidentes. El Celta seguía llegando, pero cada vez que el Villarreal cercaba la meta de Yoel había peligro. Una pérdida de Hugo Mallo en el pico del área lo aprovechó Castellani, aunque su disparo salió ligeramente escorado.
El partido, que había sido un constante correcalles, se fue calmando. Ambos equipos se tomaron un pequeño respiro, y sería el Villarreal el siguiente en dar tras una inocente pérdida de Catalá, que intentó regatear a un rival en las inmediaciones del área. Kiko fue el "ladrón" y su pase no lo desperdició Joselu para anotar el 2-1 en posible fuera de juego. Este golpe si que dejó muy tocado al Celta, que aún vio como Airam tuvo una nueva oportunidad antes de irse al descanso.
En la reanudación, los dos equipos salieron con las ideas muy claras. El Celta, con mucho descaro, se volcó sobre la meta de Mariño, y el Villarreal, que se defendía con uñas y dientes, no renunciaba a la contra. Así, en el primer minuto de juego, Joselu vuelve a ganar la espalda a la zaga viguesa y tuvo que aparecer Yoel con un guante milagroso que evitaba el 3-1. A partir de ahí, toda la segunda parte fue un recital del Celta, salvo una acción de Airam que salvó milagrosamente Oier en el minuto 7.
Pero hablábamos del recital del Celta. Las ocasiones se sucedían sin dejar respirar a un Mariño que se tuvo que emplear a fondo. En el minuto 5, un centro de Aspas hace trabajar al meta vigués del Villarreal, y 2 minutos después, un buen centro de Lago no encuentra rematador. Herrera movió el banquillo y dio entrada a Orellana en lugar de un agotado Bermejo.
Con la entrada de Orellana, el dominio celeste se acentuó. Insa y Oubiña realizaban un inmenso trabajo defensivo, y el capitán se sacó el frac para repartir juego con esa clase con la que soñábamos. De Lucas y Orellana por bandas, Joan Tomás de enganche, Aspas haciendo diabluras y los laterales con una increíble presencia ofensiva. El gol tenía que caer como fruta madura... pero se resistía.
En el minuto 10 Orellana asiste a Aspas, que realiza una notable jugada personal, pero Mariño se vuelve a lucir. Tres minutos después, Mallo se planta por la derecha pero su disparo no es bueno. A los 18, Orellana finaliza mal una contra con un tiro muy flojito, y en el 24, una contra del Celta acaba con un centro de Hugo Mallo que Aspas envía fuera.
Superado el ecuador de la segunda mitad, Herrera retiró del terreno de juego a Joan Tomás y dio entrada a David, con lo que la presencia ofensiva del Celta aumentaba, aunque se perdía el poder de creación del catalán. Mariño seguía respondiendo bien a las embestidas del Celta, primero deteniendo un tiro de Aspas en el 28 tras una buena combinación con De Lucas, y después tras un centro de Lago, que salía del terreno de juego un minuto después dando entrada a Bellvís, que debía refrescar el ataque celeste actuando prácticamente como extremo.
Tanto iba el cántaro a la fuente que alguna vez se tendría que romper. Asi fue en el minuto 35, con una jugada de estrategia. De Lucas saca una falta lateral y Aspas, que sorprende saliendo hacia atrás, remacha a Mariño poniendo el empate que llevaba la justicia al marcador... o al menos se acercaba. El mismo De Lucas lanzó tres minutos después un libre directo que salió rozando el palo amarillo.
Una de las grandes virtudes del Celta en el día de hoy es que jamás renunció a la victoria, y aunque tras el empate, el Villarreal adelantó líneas y tuvo un poco más el balón, el Celta siguió buscando el gol que le diese la victoria. Aspas lo tuvo en el 45 en un contragolpe, aunque detuvo Mariño. Y cuando el luminoso señalaba el minuto 47 de la segunda mitad, Yoel saca con inteligencia habilitando a Orellana, que parte del perfil izquierdo, en tres cuartos de campo. Tras un par de regates asiste a De Lucas, que estaba muy tapado pero consigue devolver el balón al chileno, que dentro del área y con un cambio de ritmo brutal gana la línea de fondo y asiste a Aspas para poner el 2-3 que daba la victoria al Celta y llevaba el extasis al nutrido grupo de seguidores celestes que se dieron cita en la Ciudad Deportiva del Villarreal.
Triunfo justo, premio a una idea futbolística que gusta al espectador y que nos hace soñar con algo grande. Seguimos pagando el peaje de los fallos defensivos, pero la respuesta ofensiva del equipo está siendo increíble. El Celta ha anotado 22 goles en 11 partidos, una media de 2 por partido, algo increíble, pero no debemos olvidar tampoco los 13 goles que llevamos en contra. Por cierto, tercera victoria consecutiva en la semana fantástica, que acabó con 9 puntos en el bolsillo, y ahora toca refrendarlo ante el Cartagena, un partido en el que el Celta deberá demostrar que las dos victorias seguidas en Balaídos no fueron casualidad.
Ficha técnica
Villarreal B: Mariño, Pere (Mano, min.64), Lejeune, Kiko, Jaume Costa, Marcos Gullón, Llorente, Castellani (Toribio, min.59), Fofo, Joselu y Airam (Kike, min.59)
Celta: Yoel, Hugo Mallo, Oier, Catalá, Roberto Lago (Bellvís, min.79), Oubiña, Natxo Insa, De Lucas, Joan Tomás (David, min.71), Iago Aspas y Mario Bermejo (Orellana, min.53).
Goles: 0-1, min.2: Mario Bermejo; 1-1, min.28: Joselu; 2-1, min.41: Joselu; 2-2, min.80: Iago Aspas; 2-3, min.91: Iago Aspas
Árbitro: Burgos Bengoetxea, del Comité Vasco. Amonestó a Lejeune, Kike, Fofo, Mano, Roberto Lago, Catalá, Iago Aspas
Campo: Ciudad Deportiva del Villarreal.
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