El fútbol gallego entra en recesión

Pocas Comunidades autónomas pueden presumir de haber tenido dos equipos en la misma edición de la Champions League, este año, sin ir más lejos, puede hacerlo Lombardía, en Italia, representada por Milan e Internazionale, pero en la Temporada 2003-04 solo una podía sacar pecho y tener dos equipos en la competición por clubes más importante del mundo; Galicia. Aquel año, Celta y Deportivo representaban a Galicia en la máxima competición continental, llegando ambos equipos a estar en octavos de final, y por tanto, entre los 16 mejores equipos de Europa. El Celta se cargó al Ajax de Amsterdam después de vencer en San Siro al Milan, y el Deportivo llegaría a semifinales, siendo eliminado por el Oporto de Mourinho con un arbitraje bastante polémico.

El logro de Galicia es tal que tan solo los madrileños pueden presumir de tal gesta, cuando Real Madrid y Atlético participaron a la vez en la Champions League. Ni Cataluña, ni Andalucía, ni Euskadi... ninguna lo logró, y hablamos de comunidades con una gran tradición dentro del fútbol español. Galicia sí pudo hacerlo. Unos años antes había sido la única comunidad con tres equipos en Primera División, cuando el Compostela se había unido a los dos grandes.

No han pasado tantos años desde 2003, concretamente ocho, pero muchas cosas han cambiado en el fútbol gallego. Celta y Deportivo militan en Segunda División, y aunque, junto al Real Valladolid, son los equipos con mayor tradición e historia de la categoría, no consiguen plasmar en resultados su supuesto favoritismo. Todos los entrenadores señalan a los equipos gallegos como los más peligrosos, los más candidatos, las mejores plantillas, las mejores aficiones. El Deportivo, con 25.000 socios, el Celta con casi 14.000 son los dos equipos con mayor masa social de la categoría. Pero ni así.

Ayer asistimos a un episodio de impotencia gallega. El Celta sigue fallando en Balaídos y caía derrotado ante la Unión Deportiva Las Palmas, víctima de los errores de siempre, mientras que el Deportivo sigue dando una de cal y otra de arena  tras perder en El Collao ante el Alcoyano. Una derrota que dolerá, porque es la primera victoria de los alicantinos como locales desde su regreso a la categoría. La tragedia es mayor porque se vio en abierto para toda España y en prime-time. Un desastre. Dos puntos separan a coruñeses y vigueses en la clasificación, pero o espabilan, o la distancia con los puestos de arriba aumentará para ambos.

El fútbol gallego ha entrado en recesión, y parece que todos los indicadores apuntan a que la crisis puede persistir en el futuro. ¿Volveremos a ser lo que fuimos? Es la gran pregunta que nos hacemos en Balaídos y que a buen seguro se empezarán a hacer en Coruña, donde el panorama es gris a todos los niveles, no solo deportivo.