Suele decirse que cuando el objetivo final es grande, más complicado es iniciar el camino hacia la meta. En general, los comienzos suelen ser arduos y complicados, poniendo a prueba la fortaleza del que persigue un fin deseado. Pocas veces los éxitos han tenido como preludio un camino de rosas. Todo lo contrario: los primeros pasos siempre están rodeados de obstáculos que intentan minar la moral de uno.
Esta conclusión se puede aplicar al Celta. Nuestro equipo, empeñado en ascender a Primera División a principios de junio próximo, arrancará su periplo hacia la Liga de las Estrellas de forma bastante incómoda. Conscientes de que los “Pirineos” del campeonato se encuentran a mediados de competición (partidos frente a Cartagena, Deportivo, Hércules y Barca B) y de que el tramo final de liga parece, a priori, más asequible, lo cierto es que el calendario le ha deparado al equipo vigués un arranque nada sencillo.
Para empezar, el Celta recibirá en Balaídos al Girona, equipo rocoso donde los haya, y que, este año, parece dispuesto a adquirir el título de equipo revelación. Ya el curso pasado hizo estragos en Balaídos ante un Celta deprimido (0-4), y este año llegará dispuesto a repetir la hazaña, así como a prolongar la nefasta racha del conjunto vigués en el partido inaugural, el cual no gana desde hace un lustro.
Seguidamente, nos aguarda un doble desplazamiento. En primer lugar, los chicos de Paco Herrera viajarán a Murcia, donde aguarda un recién ascendido destinado a aspirar a cotas mayores que las de permanecer en Segunda. No estoy diciendo que el equipo pimentonero sea el nuevo Granada, pero, a priori, no da la sensación de que vaya a pasar muchos apuros. Después, tocará viajar a Huelva en el que puede ser, a primera vista, el encuentro más asequible del Celta en su etapa inicial. El Recreativo es un equipo en destrucción, víctima de su mala situación económica, y que, a día de hoy, no ofrece garantías de pelear por algo más que la salvación.
De vuelta a Vigo, la fortaleza del Celta en Balaídos empezará a ponerse a prueba. Elche y Valladolid, dos de los favoritos a ascender, visitaran el coliseo vigués durante el mes de septiembre, lo que supondrá una importante piedra de toque para comprobar si el club celtiña consigue mostrar la suficiente solidez en su estadio, algo de lo que escaseó la campaña pasada y que se convirtió en un importante lastre. Entre medias, habrá que viajar a Almería para enfrentarse, en la quinta jornada, a otro aspirante a subir de categoría. Tanto Herrera como Álex López han señalado al conjunto andaluz como un rival a tener muy en cuenta, pues mantiene prácticamente el mismo bloque que en Primera División.
Sería importante comenzar bien y conseguir una buena cosecha de puntos que, rápidamente, nos coloque en los primeros lugares de la clasificación. No obstante, no parece nada fácil. Estamos a principios de agosto y, aunque todo son pronósticos y conjeturas, a bote pronto, el comienzo parece de todo menos un paseo. Confiemos en que nuestros chicos empiecen a ilusionarnos desde el principio. ¡Imos Celta!

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