Vergüenza ajena y Orgullo Celeste


Hoy he sentido vergüeza del fútbol español. Seguramente coincidiréis conmigo si habéis podido ver el partido y, sobre todo, lo que sucedió una vez que Miranda Torres pitó el final del partido.  Y es una pena, porque el partido fue vibrante y ambos equipos se dejaron la piel en el campo.

Un partido que comenzó con el gol de Ighalo y en el que, una vez más, el árbitro fue protagonista al anular un gol al Elche que era completamente legal. Es imposible que el asistente hubiese visto fuera de juego en esa jugada porque había, como mínimo, un metro.  Luego la segunda parte fue un monólogo del Elche que encontró el gol demasiado tarde y no tuvo tiempo a marcar un segundo tanto. Al margen de ser merecedor, lo obvio es que el Elche marcó hoy más goles que el Granada y por tanto debería estar en Primera División.

Es realmente preocupante el escaso nivel arbitral que hay en Segunda División. Y eso que hoy estaba Miranda Torres, que para mí es el mejor árbitro de Segunda, pero ha estado muy mal y ha cambiado el destino de dos equipos, con todo lo que eso supone. En las otras dos eliminatorias, tanto Lesma López, que perjudicó al Celta gravemente, como Amoedo Chas, que castigó al Valladolid, también tuvieron una relevancia excesiva.

Pero, con todo esto, lo más grave vino cuando terminó el partido. Los jugadores del Granada celebrando el ascenso en el campo, no mostraron respeto alguno por la afición rival y se cansaron de hacer gestos obscenos a la grada. Los objetos volaban de un lado a otro y ambas aficiones demostraron ser de tercera. Fabri hizo gestos despectivos al banquillo rival cuando el Granada marcó su gol. Y para rematar, Álex Geijo sale diciendo que el Elche es lamentable por calentar el partido. Que cachondo. 

Pero a la vez he sentido orgullo celeste, orgullo celtista. El de un equipo que ha demostrado su saber estar, que ha demostrado que 46 años en Primera División marcan. A pesar de la pésima actuación arbitral, no hemos visto ni a un solo jugador quejarse de ello, la afición en Granada estuvo espléndida. Tratamos de maravilla a los aficionados andaluces que se desplazaron a Vigo, y demostramos saber ganar el miércoles y saber perder el sábado. La afición del Celta sale fortalecida de esto. Volveremos a Primera, que es nuestro sitio natural, y, normalmente, casi todos los equipos suelen estar en su sitio natural.

Moi Celeste

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