Michu, el adiós más amargo

Salvo milagro, Michu no seguirá en el Celta. Las opciones de que el asturiano continuase en Vigo pasaban inexorablemente por el ascenso de categoría que no se produjo. Y el destino quiso que fuese precisamente un penalty lanzado por Michu el que dejase al Celta fuera de la lucha.

Después de cuatro años en Vigo, tres y medio de ellos en el primer equipo, Michu enfila la puerta de salida de la entidad olívica de la peor manera posible. Por eso, hoy cuando llegó a Peinador y vio a la afición entregada coreando su nombre, no pudo contener las lágrimas.

Michu siempre ha ocultado su carácter detrás de una coraza de frialdad, casi de indolencia. Su expresividad con los aficionados nunca ha sido su fuerte y eso le ha granjeado gran parte de las críticas que ha recibido.

Este año, sin ir más lejos, tras un inicio horroroso de temporada, fue el blanco de la críticas de un sector de la afición. Se criticaba su actitud, dolía que no mostrase mayor empeño por renovar. Dolía tener a un jugador con su talento y no disfrutarlo. Podíamos aceptar que cuando finalizase su contrato, lo disfrutasen otros que se lo pudiesen permitir, pero escocía no disfrutarlo ahora.

El paso de las jornadas le fue sentando bien. Se hizo con un puesto en el once inicial, volvió a demostrar compromiso, lucha y ambición. Todo se olvidó. Hicimos borrón y cuenta nueva con Michu. El miércoles fue el héroe con su gol, lo celebró con rabia. Ayer, esa rabia tuvo que ser contenida y masticada por dentro cuando falló el penalty que podía llevar al Celta a la final. El fútbol te da y te quita. Te pone arriba y te baja a los infiernos.

Si algo ha logrado Michu es que en Vigo se le recuerde con cariño. En Vigo tiene su casa, en el Celta tiene su casa. Insisto que, a día de hoy, lo normal es que emprenda su marcha hacia algún equipo de Primera División, pero apuraremos hasta el máximo ese resquicio de opciones casi microscópicas que hay de que continúe vestido de celeste. Hoy el celtismo le ha demostrado que le quiere. Seguro que sabrá valorarlo.