Gran ambiente esta tarde en la quedada celeste celebrada en Praza de Compostela. A la cita acudieron los futbolistas del primer equipo, cuerpo técnico y directiva, que derrocharon amabilidad con todo aquel que se acercó a ellos. Fue un encuentro bonito en el que los celtistas que desearon estar allí, hay que tener en cuenta que era un día laborable, unieron lazos para, todos juntos, alcanzar el objetivo del ascenso.
Los cuatro capitanes, encabezados por Borja Oubiña, subieron al escenario montado para la ocasión y el mediocentro vigués dedicó unas palabras de ánimo a la afición. También se subió Abel Caballero, recibido con división de opiniones.
Una gran cita, con un gran ambiente, mucha camaradería y también incidentes. Y es que la nota curiosa de la jornada la puso la Policía Local, concretamente uno de ellos con complejo de Melero López o cualquier árbitro de Segunda...
Todo comenzó cuando los policías intentaban desalojar las zonas ajardinadas, algo que les resultó bastante complicado. Los jugadores estaban en esa zona y les costaba abandonarlas por lo que el policía se vió obligado a tomar medidas más drásticas. Un jugador del Celta, que permanecerá en el anonimato, no sabemos si se excedió con sus protestas o la autoridad policial estaba muy sensible, pero el caso es que se lo llevaban, acudiendo sus compañeros al rescate para evitar tal situación.
No solo los jugadores, ya que los aficionados comenzaron a agolparse y rodear a los policias dedicándole cánticos intimidatorios como si de Piñeiro Crespo se tratase. El celtismo, cuando está unido, es la leche. Pero no solo el celtismo, ya que testigos presenciales, entre los que me encuentro, vimos con perplejidad como un fubolista de la primera plantilla celtiña llamaba "turco" a un policía.
En fin. Las injusticias persiguen al Celta. Villarato policial!

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