![]() |
Último ascenso en Lleida (Foto: Comando Celta) |
El sueño del celta es el título de la última novela de Mario Vargas Llosa, actual Premio Nobel de Literatura y autor de algunas de las mejores obras literarias del pasado siglo.
El libro nada tiene que ver con el Celta, pero sería un gran título para definir la situación del celtismo en estos momentos. El celtismo vive el sueño de un posible ascenso, un sueño que se puede convertir en realidad y por el que el equipo, el club y la afición lleva luchando desde que en 2007 nos tocase el amargo sabor de un descenso.
Descenso doblemente amargo para una entidad que ha vivido 47 años en la máxima categoría del fútbol español, que ha mirado de tú a tú a los grandes de Europa y cuyos colores han vestido grandísimos jugadores españoles y extranjeros.
La afición ha sabido adaptarse a la humildad de la situación. Vivimos por encima de nuestras posibilidades durante mucho tiempo, y eso provocó que la afición fuese mucho más numerosa de lo que es ahora, pero en este momento, los que hemos estado y los que no peleamos por lo mismo. Por ese gran sueño que es el ascenso, el regreso a una categoría que nunca debimos haber perdido.
Y no será fácil. Lo sabemos, precisamente por esa humildad de la que se ha hecho acreedora esta masa social. Ahora somos mucho más conscientes de lo que somos y es esa realidad la que nos hará ser mucho más fuertes.
Por eso, pase lo que pase mañana y el sábado, pase lo que pase en la siguiente eliminatoria si lleagmos hasta ella, la humildad será nuestra seña. Seremos humildes en la victoria y en la derrota, porque todos sabemos que pueden pasar muchas cosas en esta promoción, que somos cuatro equipos para una plaza, que la dificultad es máxima y que el Celta tiene tantas opciones como sus rivales. Ni más ni menos.
Si sale bien, será un sueño, será un premio a cuatro años duros. Si sale mal, habremos vivido con muchísima ilusión estos días, mucha gente se habrá vuelto a enganchar al equipo, la ciudad habrá vuelto a latir y vibrar con el color celeste, y tenemos toda la eternidad para conseguirlo. Si no es este año será el próximo, y si no el otro. Jamás dejemos de soñar, porque los sueños son el motor que mueve a este equipo y nosotros las piezas necesarias de un engranaje que tiene que ser perfecto durante estas dos semanas.
Pase lo que pase, ¡Hala Celta!

0 comments:
Publicar un comentario