Hoy hemos visto en rueda de prensa al Mouriño más ambicioso. El Presidente del Celta nunca ha ocultado sus deseos de regresar a la máxima categoría, pero, si el año pasado había puesto como objetivo del club llegar a la promoción de ascenso, hoy habló claramente y sin tapujos del ascenso directo.
Es un objetivo complicado. Muy complicado, y el proyecto está en pañales. Si es cierto, como apuntó el presidente en la comparecencia, que aún no hay ningún fichaje ni se ha hablado con nadie, ¿Cómo saber qué equipo tendremos y si este responderá a las exigencias?.
Es evidente que ha dicho lo que todos queremos escuchar y que nos gusta que nuestro presidente hable así, pero tal vez no sea lo más apropiado a estas alturas. La exigencia del ascenso puede tener réditos a corto plazo, más abonados y por tanto más dinero en la caja, pero podría ser perjudicial a largo plazo si no se está dentro del objetivo. Ya sabemos lo incendiarios que somos en Vigo y lo que pasa cuando se decepciona al celtismo.
Bajo mi punto de vista, hoy tocaba ser prudente. Hablar de repetir la temporada pasada, de formar un equipo lo más competitivo posible, de no renunciar a nada, de ilusión. El titular es muy fácil y ha sido lo más reseñable, y eso es lo que debería haber evitado; ese titular.
Le salva que a estas alturas el celtismo ha madurado bastante y ya sabemos que esto de ascender es más dificil de lo que podía parecer, especialmente teniendo en cuenta como está la economía. Cuatro añitos en el infierno nos han hecho valorar hasta el propio infierno, especialmente después de verle las orejas al lobo aquella vez que se nos apareció Iago Aspas. Lo que tenga que venir, que venga. Yo estoy ilusionadísimo con el inicio de temporada, pero pensar en ascender directamente me da un poco de vértigo.
0 comments:
Publicar un comentario