Un buen ejemplo


Esta tarde (20:00), el Deportivo se juega gran parte de su futuro como entidad ante el Athletic de Bilbao. Pase lo que pase, si algo han ganado con todo esto es la demostración de unidad que está dando la ciudad y la afición con su equipo. Algo que debería servirnos como un buen ejemplo de la línea a seguir en las próximas semanas, tan importantes e ilusionantes para nuestro club que está más cerca que nunca en estos 4 años, a pesar de las últimas derrotas, de jugar en Primera División.

Ayer, la afición del Deportivo irrumpió en un entrenamiento que iba a ser a puerta cerrada en Riazor y no se cansó de animar a sus jugadores en vísperas de una cita decisiva para su equipo. La imagen que adorna esta entrada fue publicada hoy por La Voz de Galicia y pertenece al entrenamiento de ayer, aunque parezca tomada en un partido.

Es un buen ejemplo de una afición como la coruñesa que ha sabido reaccionar a tiempo. Durante esta temporada se veía bastante cemento en Riazor. Tal vez la causa esté en que, al igual que nosotros, han vivido tiempos recientes bastante mejores. Otrora peleaba con los grandes de España e incluso de Europa, y ahora su futuro pasa por competir con Hércules, Getafe, Zaragoza, Osasuna o Real Sociedad por la permanencia.

Los tiempos cambian, y hay que adaptarse. En Vigo ya lo hemos hecho. Recién salidos de la ley concursal, hemos sufrido lo nuestro, llegando a pelear por la permanencia en Segunda. En Coruña se imaginan lo que se les viene encima en caso de descender. Una entidad con una deuda en torno a los 150 millones de euros, no reconocida por Lendoiro, sufriría enormemente en Segunda División. Sería casi inviable.

El celtismo debería tomar nota de esto. No estamos tan mal, como diría el otro. El futuro huele bien en Vigo. Ascendamos este año o no, tenemos la garantía de que el equipo sobrevivirá. Hemos pasado lo peor, y sería importantísimo que, en lugar de estar buscando las causas de la crisis con teorías absurdas, arrimásemos el hombro y recuperásemos aquel espíritu que nos llevó a llenar A Madroa en un entrenamiento o a acudir a Peinador a recibir al equipo.

Ese es el ejemplo que debemos seguir. ¿O es que necesitamos estar contra las cuerdas para darnos cuenta de lo importante que es el Celta para la ciudad? Ojalá llenásemos Balaídos ante el Rayo. Ojalá estuviese lleno Balaídos todos los domingos arropando al equipo. Ojalá la ciudad se vistiese de celeste en vísperas de los partidos más importantes del año.

De nosotros depende. Hagámoslo.

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