A la séptima, va la vencida


¿O no era así? Bueno, da igual. Hoy tiene que ir la vencida. Los últimos 6 partidos del Celta en Balaídos han sido lo suficientemente tristes como para que el celtismo se merezca una alegría ante uno de los que fue rivales directos no hace mucho.

Y es que el celtismo tenía esta fecha marcada en el calendario como uno de los partidos más importantes del año. Tal vez, El partido. Calculábamos que en la jornada 39 podría el Celta dar un paso definitivo o perder el ascenso directo por la visita del Rayo Vallecano.

Nada más lejos de la realidad. El ascenso directo es una utopía. Matemáticamente posible, pero metafísicamente imposible. Nadie cree ya en eso, y más bien todos estamos pendientes del retrovisor y de lo que puedan hacer Xerez, Girona, Cartagena y compañía que de otra cosa.

Ha resultado que este partido finalmente también es trascendental y muy importante, aunque casi nadie es consciente de ello. Con 8 puntos sobre los perseguidores en la lucha por el play-off, y con 12 en juego, una victoria esta tarde evitaría sufrimientos innecesarios y dejaría al Celta con un pie en la promoción de ascenso, aunque no todavía de forma matemática.

Enfrente el Rayo Vallecano, que ha perdido los dos últimos partidos y que haga lo que haga mañana, no saldrá como equipo ascendido todavía. Delibasic es baja por sanción, y su técnico, Sandoval, tampoco estará podrá estar en el banquillo, aunque no andará muy lejos.

Quién si estará en su banquillo es Paco Herrera, que ha dado pocas pistas con respecto al partido de esta tarde. Si sabemos que seguirá con el plan de rotaciones establecido, pero no sabremos hasta la hora del partido quienes serán los elegidos para descansar y qué jugadores tendrán sus oportunidades para demostrar que pueden ser titulares.

Lo que sí sabemos es que repetirá defensa de cinco, ya que el técnico catalán ha quedado satisfecho con el rendimiento de la zaga en el partido disputado el jueves en Salamanca.

Aunque lo que realmente preocupa a Herrera es como responderá el equipo en Balaídos. Durante esta racha de malos resultados, el juego del equipo como visitante se ha mantenido a buen nivel, pero en casa ha sido una auténtica sangría. A Herrera le quedan 3 partidos en casa para conseguir cambiar la dinámica y que el equipo adquiera confianza como local.

Herrera sabe que si algo no cambia, será imposible afrontar el play-off con garantías siendo un equipo tan débil en casa. Nos queda la esperanza de que consiga arreglar el desaguisado, y por supuesto, que el ambiente en el play-off no será el mismo, ni tampoco la motivación de los jugadores.

De momento, a ganar hoy y demostrar que creemos, que lucharemos y, sobre todo, que podemos. A la séptima irá la vencida.

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