Paco Herrera quiso blindar la zaga del Celta, creyendo que de ese modo se resolvería el problema defensivo grave que persigue a este equipo en los últimos meses. Parecía incluso que los números le daban la razón (1 gol en 2 partidos), pero la realidad suele ser caprichosa y se manifiesta cuando uno menos se lo piensa.
Podrán seguir diciendo todo lo que quieran, y hablando del sistema, pero el problema del Celta no es de cantidad, sino de calidad. Podemos poner a siete centrales en el próximo partido, mientras no haya un par de centrales decentes, los rivales serán felices.
Ayer evidenciaron además una escasa confianza en Yoel, un portero joven, excelente en reflejos pero con mucho que mejorar todavía en el juego aéreo y en la jerarquía dentro del área. Allí manda el portero, no puede permitir que sean los centrales los que decidan. El portero debe ser quién diriga todas las operaciones y cuanto menos confíen en él los zagueros, peor jugarán.
El segundo gol del Elche demuestra que ni Yoel se entera por arriba, ni Jonathan Vila puede ocupar una posición tan decisiva. Yoel se queda a media salida porque el balón se va abriendo, inicia la salida pero cuando ve que lleva el efecto contraria retrocede torpemente metiéndose casi en su portería. Por eso cuando remata Ángel no puede hacer nada. Estaba vencido. Había que preguntarse como es posible que Vila mida tan horriblemente mal para ser derrotado por un delantero de 1,72....
Los dos goles recibidos ayer por la tarde evidencian las carencias de nuestra zaga. Kike Mateo, rodeado de cuatro futbolistas, consigue enviar un centro al área que Yoel despeja de malas maneras. El balón cae al corazón del área, donde no hay nadie del Celta y sí dos jugadores del Elche. Resultado lógico, gol.
Pero ya en el primer minuto pudo llegar el primero del Elche, en la famosa falta de Ortega que pudo haber sido expulsado, un despeje de Hubo Mallo desde el borde del área a la mismísima semiluna, ¡un pase de Vila a Yoel a media altura! facilitando la labor a su portero... en fin... son tantas cosas que esto no se soluciona con muchos defensas, sino con buenos defensas.
Hoy por hoy el Celta tiene cinco centrales, de ellos uno no es central, Jonathan Vila. Al menos no es ese gran central del que alardeó Paco Herrera en alguna entrevista. Es muy limitadito, y desde luego peor que Murillo al que Herrera señaló el pasado domingo por una mala primera mitad cambiándolo al descanso. Ortega tiene sus días, Catalá, posiblemente el más completo de la plantilla atraviesa un mal momento y Túñez, que fue suplente durante todo el año parece que ahora es Beckenbauer, pero tampoco nos engañemos con este tema. Es lo que es.
Son lo que son. Son centrales que en Segunda pueden ser pasables, pero cuando, como ahora, están en un mal momento, son una garantía de gol para el rival. Si a eso unimos que el equipo se entrega cuando se pone por delante y retrasa la defensa, lo normal, insisto, lo normal, es que el rival marque. Lo dificil es ganar en estas circunstancias.

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