Los equipos de Herrera siempre han bajado en la segunda vuelta



El entrenador del Celta, Paco Herrera, está repitiendo con el equipo vigués una trayectoria que ya ha vivido en todos los clubes en los que ha estado temporadas completas: una línea descendente de resultados a medida que avanza la segunda vuelta.


Casualidad o no, lo cierto es que el técnico de origen catalán no ha encontrado la fórmula para evitar que en el Celta se repita la historia. Las razones pueden ser varias: mala gestión de la plantilla a la hora de repartir minutos y buscar soluciones cuando las cosas vienen mal dadas, un bajón físico, o incluso la mala suerte.


De los diez clubes a los que ha dirigido a lo largo de su carrera como entrenador, el céltico es el cuarto al que dirigirá una campaña completa. Los demás fueron de forma temporal bien a principio de temporada antes de ser destituido, o al final de la misma en sustitución de otro compañero.


Poli Ejido, pajarón final


El último precedente de temporada entera fue hace ya ocho años con el Poli Ejido. Era la temporada 2002/03 y había conseguido en la primera vuelta 30 puntos que le llevaron a la séptima posición. Llegó hasta la quinta plaza después de disputados siete partidos de la segunda vuelta, y a partir de ahí empezó el bajón. Los andaluces acabaron la liga en la decimotercera posición. En las catorce jornadas finales solo habían conseguido ganar dos partidos de catorce.


Pierde el tren del ascenso


El año anterior al Poli Ejido (2201/02), Paco Herrera estuvo toda la temporada en el Albacete, al que consiguió llevar a la quinta posición al finalizar la primera vuelta, que concluyó con 33 puntos en su haber, y a solo uno de los puestos de ascenso. En la segunda vuelta perdió el tren de luchar por subir a Primera División al sumar diez puntos menos (23). La mala racha de resultados se fue acentuando a medida que avanzaba la temporada, pues en las diez últimas jornadas solo sumó nueve puntos y el equipo manchego solo había ganado uno de los ocho últimos partidos.


El equipo había finalizado décimo aunque había sido el cuarto peor de la segunda vuelta, tras ser el cuarto mejor de la primera.


Mérida, dos meses malos


Hay que remontarse hasta la campaña 1998/99 para encontrar la primera temporada completa de Paco Herrera como entrenador. Ese año se hizo cargo de un Mérida que venía de jugar en Primera y descender el curso anterior.


En este caso las diferencias entre las primera y la segunda vuelta no fueron acusadas, aunque la trayectoria sí que fue similar. El punto álgido había estado en los meses de diciembre, enero y febrero. Fue de menos a más en la primera vuelta, escalando posiciones hasta alcanzar el octavo puesto como mejor clasificación tras la quinta jornada de la segunda vuelta. A partir de ahí fue bajando hasta el decimotercero, aunque las victorias en las dos últimas jornadas les había permitido acabar décimos. Pero esos dos triunfos finales fueron los únicos en las nueve últimas jornadas.


Al Badajoz, el Numancia, la segunda campaña en Mérida, Recreativo, Castellón y Villarreal B, les dirigió apenas media temporada. El año pasado con al filial amarillo llego en sustitución de Garrido en la jornada 24 y lo cierto es que la segunda vuelta había sido peor que la primera, aunque no hubo en ningún momento un gran bajón de resultados. El año anterior en Castellón tuvo una reacción al vencer seis de los ocho últimos, tras ocho jornadas sin ganar.


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