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| Foto: RC Celta |
No fue el mejor partido del Celta, pero se saldó con un resultado que habla de la diferencia entre ambos equipos. El Osasuna tuvo su momento en el partido, pero no lo supo aprovechar, y el equipo vigués remató la faena en la segunda mitad, con la entrada de Iago Aspas y Jozabed, que decantaron claramente el partido para los de casa.
De entrada, Berizzo formó con un equipo previsible teniendo en cuenta lo que había adelantado en la rueda de prensa previa. Rubén Blanco en portería, con una defensa de cuatro en la que Jonny regresaba a la banda derecha, pareja de centrales formada por Fontàs y Sergi Gómez, y Planas en el lateral izquierdo. Por delante de ellos Marcelo Díaz y Radoja, con Wass de enganche, y una delantera formada por Sisto en banda derecha, Bongonda por la izquierda, y Rossi en punta de ataque.
El Celta fue el dueño del partido en el arranque ante un Osasuna que esperaba atrás, aunque con la defensa muy adelantada. El equipo vigués intentó buscar espacios a la espalda de los zagueros rojillos, pero no acabó de encontrar el pase preciso que desatascase el entramado de los de Vasiljevic.
La más clara la tuvo Bongonda, que encaró a Sirigu, pero envió el balón demasiado alto. A los 22 minutos llegaría el tanto del Celta, con una buena combinación entre el propio Bongonda, Rossi y Sisto, que tras regatear a un rival fusila al meta osasunista para poner al Celta por delante en el marcador.
Pidió penalti el Celta en el minuto 35 por unas posibles manos de Oriol Riera, que no señaló el colegiado del encuentro. El equipo pamplonica terminó mejor la primera mitad, encerrando a los de Berizzo con varias acciones a balón parado que no llevaron mayor peligro.
La segunda mitad empezó de forma muy peligrosa para los celestes. Incapaces de superar la zaga visitante, y concediendo demasiadas ocasiones. Volvían los problemas para sacar el balón, pérdidas absurdas, que complicaban la vida a los zagueros. En el 50 Sergio León demostró su categoría con un gran remate que sacó Rubén Blanco con una gran intervención.
El partido estaba muy enmarañado, así que Berizzo movió el banquillo, retirando del terreno de juego a Pione Sisto y dando entrada a Jozabed. Fue el primero de los cambios que cambiaría el rumbo del partido, pero Osasuna seguía avisando. Oriol Riera tuvo una gran ocasión, pero envió el balón a las nubes. Estaba perdonando el cuadro rojilla, y los murmullos invadían Balaídos.
En el minuto 73 el partido cambió radicalmente su rumbo con la entrada de Iago Aspas al terreno de juego. El moañés dio un vuelco al partido. Nada que ver con Rossi. A 6 minutos del final, con el Celta amagando con pedir la hora, entró Hjulsager al terreno de juego, en lugar de Bongonda, que se marchó del terreno de juego con molestias físicas.
Un minuto después llegaría el gol de la sentencia, con un buen remate de cabeza de Jozabed que aprovechó un gran lanzamiento de córner de Marcelo Díaz. Era el gol que cerraba el partido, ya que Osasuna no tenía capacidad para remontar esa diferencia. Mucho más cuando 2 minutos después Jozabed puso un balón de oro para que Aspas se luciera con una preciosa vaselina marca de la casa que dejaba el resultado en el 3-0 definitivo.
Un marcador demasiado abultado para los méritos de unos y de otros, pero que evidencia la superioridad de un Celta que marcó en todo momento el ritmo del partido. Osasuna tendrá que seguir luchando. No gana desde el mes de octubre, y ha probado con tres entrenadores distintos esta temporada. Los síntomas no son buenos, pero la historia nos dice que nunca hay que descartar a este equipo.
Ficha técnica
CELTA: Rubén, Jonny, Sergi Gómez, Fontàs, Planas, Marcelo Díaz, Radoja, Wass, Sisto (Jozabed, min.60), Bongonda (Hjulsager, min.84), Rossi (Iago Aspas, min.73).
OSASUNA: Sirigu, Oier, D.García, Vujadinovic, Clerc, Berenguer, Causic, Torres, De las Cuevas (Mérida, min.68), Oriol Riera (Kenan, min.83), Sergio León (Rivière, min.78).
Goles: Sisto, 1-0, min.23; Jozabed, 2-0, min.86; Iago Aspas, 3-0, min.88.
Árbitro: Vicandi Garrido, del comité vasco. Amonestó a Jonny (Celta).
Campo: Balaídos, 15.556 espectadores.
