Daniel Wass jugó durante cuatro años en el Evian, el club francés que descendió el pasado verano y que traspasó al jugador danés al Celta. Pudiera parecer que Wass ha tenido una estancia feliz en la liga gala, pero parece que no ha sido así, al menos no en los últimos tiempos, tal y como relata el propio futbolista en declaraciones al medio danés BT, aprovechando su estancia con la selección.
El nuevo futbolista del Celta se queja amargamente de su estancia en Francia: “Durante mucho tiempo he oído a gente del Evian hablar mal de mí, tanto en público como en privado. Llamarme egoísta y otras cosas. Opté por no decir nada al respeccto hasta que finalizara mi relación con el club”.
El origen de este malestar puede radicar en el verano de 2014. En aquel momento, la directiva del Evian prometió a Wass que facilitaría su salida: “Me prometieron un movimiento el pasado verano a cambio de un precio justo. En concreto me prometieron que podría salir a cambio de tres millones de euros, pero de repente dijeron que costaría seis, y que no había clubes interesados en mí, cuando yo sabía que los había”, relata.
Su último año en el Evian fue un infierno. No solo tenía problemas con los directivos, sino también con el responsable técnico del equipo, Pascal Dupraz: “Habló mal de mí y me apartó del equipo. No mostraba ningún respeto por las personas. Su falta de profesionalidad fue la que destruyó al club”, lamenta.
Pese a ello, las estadísticas del futbolista danés no fueron malas en su último año. Disputó 32 partidos, menos que los dos años anteriores, pero más que en su primer año en la Ligue 1, y respondió con goles: ocho, uno menos que el año anterior, el mejor en el apartado goleador para Wass en toda su carrera.
