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| Foto: Jorge Landín |
Joaquín Larrivey afronta uno de los partidos más especiales del año. El ariete del Celta regresa el domingo a Vallecas, donde alcanzó notoriedad en la Liga española al firmar 12 goles la temporada pasada, tras pasar sin pena ni gloria por Italia (Cagliari) y México (Atlante). El futbolista, que nació hace 30 años en Gualeguay (Entre Ríos) y que despuntó con el Huracán, advertía ayer de que si marca ante el Rayo no lo celebrará por respeto a la afición de la que considera su "casa".
Como ahora le ocurre en Vigo, Larrivey se convirtió en el Rayo en un especialista en marcar en casa, en un héroe local. De los 12 goles que contabilizó la anterior campaña, ocho fueron en el estadio vallecano.
Las dos terceras partes de esos tantos los compartió con los seguidores rayistas, por lo que seis meses después de la emotiva fiesta de fin de curso que le brindó la peña Los Bucaneros, el argentino se niega a celebrar el domingo ante su exafición un gol si marca con el Celta.
Ayer lo dejó claro el delantero en A Madroa, donde habló del complicado desplazamiento que le espera al Celta. En su comparecencia, también destacó a excompañeros como Trashorras, para quien reclama una estrecha vigilancia porque cree que sobre el centrocampista lucense gira el juego rayista. Berizzo habrá tomado buena nota y seguramente ordene un marcaje al hombre.
Larrivey lleva 19 goles en España. De ellos, 15 los anotó entre Vallecas (8) y Balaídos (7). Son sus dos estadios talismán desde que juega en la Liga. Los cuatro restantes los hizo en Anoeta, Cornellá, Los Cármenes y Camp Nou. Al argentino le gusta celebrarlos con los suyos, en familia, aunque el primero que firmó en Vigo fue con la camiseta franjirroja. Ahora acudirá con la celeste a Vallecas para disputar "un partido especial porque es un lugar en el que me acogieron enseguida y me hicieron sentir como en casa. Es un club al que le tengo muchísimo cariño y se lo tendré el resto de mi vida", comenta el atacante del Celta sobre el partido del domingo al mediodía. "Lo voy a vivir de una forma muy emotiva, obviamente con la idea de ganar para poder ayudar al Celta".
El cariño al Rayo no lo disimula, ni tampoco sus obligaciones con el Celta: "Voy a tratar de hacer un buen partido y que se me dé la posibilidad de marcar, pero sobre todo de ganar". Si anota su octavo gol de la temporada, anuncia que no lo celebrará "porque el Rayo es un club al que aprecio, al que voy a estar agradecido toda mi vida, pero evidentemente voy a tratar de ganar y de ayudar al Celta", insiste el argentino.
Asegura que desacuerdos, "ajenos a mí", entre su representante y el Rayo le llevaron a abandonar Vallecas y aceptar la oferta del Celta "porque fue el primero que me abrió las puertas cuando las cosas no se dieron" con el conjunto madrileño. "Me decidí rápidamente y creo que no me equivoqué. Era un crecimiento en mi carrera y un nuevo desafío y estoy muy feliz", conviene.
Larrivey destaca a excompañeros como Zé Castro, Gálvez, Saúl Ñíguez (ahora en el Atlético), Bueno y Trashorras, al que valora. "Es fundamental en el Rayo. Es el que controla el juego, todas las pelotas pasan por él. Es el que más pases hace en la Liga. Todas las salidas limpias del balón y las jugadas de ataque se inician en él. Creo que taparlo o intentar que no juegue muy cómodo va a ser un punto muy a favor nuestro", señala el argentino, que espera un partido entre dos equipos de estilos parecidos que no renunciarán a sus planteamientos habituales, por lo que el dominio del balón será una cuestión vital.
Considera el argentino que su exequipo "nada tiene que ver con el del año pasado porque cambió a muchos jugadores". Sostiene que el Celta, en cambio, sigue la misma línea de la segunda vuelta anterior y "va en crecimiento".
Evita opinar sobre la renovación de Krohn-Dehli, al que dice admirar: "Es uno de los jugadores que más me gusta del equipo. Soy un admirador suyo. Suma muchísimo dentro y fuera del campo. Me gusta opinar sobre él como persona y futbolista, que son dos cosas indiscutibles", concluye.
